LIMA, 31 Mar. (Reuters/EP) -
La respuesta de Chile a una segunda nota de protesta enviada por Perú a inicios de marzo por el caso de un presunto espionaje militar no debe "sobrepasar" de esta semana, ha advertido este lunes el presidente peruano, Ollanta Humala.
Asimismo, ha afirmado que la política de su país frente a Chile "seguirá siendo exigir las disculpas del caso" debido a que insistió en que el país andino tiene pruebas del espionaje, que se habría realizado entre el 2005 y el 2012.
"Esta respuesta no puede sobrepasar ya esta semana, esto tiene que salir rápidamente porque ya estamos esperando hace un buen tiempo la respuesta de nuestra segunda nota de protesta", ha indicado Humala en declaraciones a la televisión estatal.
"Y creemos, reitero, el no responder es un forma de dar una respuesta", ha agregado el mandatario. El Gobierno peruano envió en la segunda quincena de febrero una primera nota de protesta a Chile y llamó a consulta a su embajador en Santiago, Fernando Rojas. Esta situación ha puesto a prueba las relaciones entre ambos países.
Como respuesta, el Gobierno de Chile también llamó a su embajador en Lima y su cancillería aseguró que no promueve ni acepta acciones de espionaje en otros países ni en su territorio.
Posteriormente, a inicios de marzo, Humala anunció que retiraba a su embajador en Santiago, a la espera de que Chile le envíe a Lima las respuestas del caso.
Humala ha dicho que existe una "confesión de parte" en torno al tema, haciéndose eco de una información del diario local 'Exitosa', que difundió el pasado domingo supuestos intercambios de mensajes entre el jefe de la Inteligencia chilena y el jefe de Inteligencia de la Armada peruana, en la que reconocerían el espionaje.
"Vamos a seguir manteniendo una política firme de exigir las disculpas del caso a Chile, más aún porque hemos visto que esta probado el acto de espionaje", ha insistido el mandatario.
No es la primera vez que Lima y Santiago se enfrentan por denuncias de espionaje. En el 2009, un suboficial de la Fuerza Aérea de Perú fue acusado de vender información clasificada a Chile y en el 2010 fue sentenciado a 35 años de prisión.
El nuevo caso de espionaje militar estalló casi un año después de que la Corte Internacional de Justicia de La Haya resolviera un viejo diferendo entre ambos países por sus límites marítimos, tras décadas de altibajos en sus relaciones.
A pesar de todo, ese diferendo y anteriores denuncias de espionaje no han afectado las relaciones comerciales bilaterales, que se traducen principalmente en inversiones en sectores de telecomunicaciones, banca y el negocio minorista.
