BAGDAD, 17 Abr. (Reuters/EP) -
Izzat Ibrahim al Duri, que fue la mano derecha del exdictador iraquí Sadam Husein durante buena parte de su mandato y que se había convertido en uno de los líderes del Estado Islámico, pasó de ser un joven muchacho que vendía bloques de hielo a uno de los hombres más temidos de Irak, pues fue vicepresidente durante la dictadura y el 'Rey de Tréboles' de la baraja que diseñó Estados Unidos para identificar a los iraquíes más buscados.
Al Duri nació en 1942 en Al Dur, en la provincia de Saladino, y poco a poco fue convirtiéndose en una de las personas más influyentes del Partido Baaz, liderado por Sadam Husein. A Al Duri lo han dado por muerto en varias ocasiones desde que inició la invasión norteamericana en 2003 para derrocar la dictadura baazistas.
El Ejército estadounidense listó a Al Duri como el sexto más buscado de una lista de 55 iraquíes y llegó a ofrecer 10 millones de dólares por su captura. La Inteligencia norteamericana ha acusado varias veces a Al Duri de haber organizado la insurgencia de 2005 a 2007 que llevó a Irak a una guerra civil.
Al Duri consiguió evitar ser capturado durante la ocupación estadounidense mientras otros líderes baazistas eran ejecutados. Para muchas de las víctimas, resultaba aterrador ver a este hombre delgado con su bigote pelirrojo y su boina militar.
La dictadura de Sadam durante los años 80 y 90 pasó a conocerse por muchos disidentes como 'la República del Miedo' por sus políticas de hostilidad indiscriminada contra distintos segmentos de la población. Cuando Al Duri tuvo que esconderse por la llegada de Estados Unidos en 2003, muchos iraquíes agradecieron su ausencia.
AL DURI Y LA YIHAD
Cuando volvió a la escena como 'cerebro' del Estado Islámico, muchos iraquíes volvieron a oír a una de las mentes detrás de las mayores atrocidades contra chiíes, suníes, kurdos y otras minorías etnorreligiosas.
"Uníos a las huestes de los rebeldes que ya han liberado la mitad del país", llegó a decir Al Duri sobre los milicianos del Estado Islámico en varias grabaciones. Al Duri se convirtió en uno de los principales miembros del Estado Islámico que se encargaban de la captación de simpatizantes del baazismo y de otros movimientos antioccidentales o nacionalistas árabes.
"La liberación de Bagdad está a la vuelta de la esquina. Todos deberíamos contribuir, en la medida en que podamos, a completar la liberación de nuestro amado país, porque no hay honor ni dignidad sin su liberación", aseguró.
"UN POLVO DE UNA NOCHE"
Un miembro de la Inteligencia iraquí ha asegurado recientemente que los baazistas, incluido Al Duri, habían financiado al Estado Islámico con la intención de que derrocaran al nuevo Gobierno basándose en su odio a los chiíes, pero no llegó a cuajar la alianza y los yihadistas acabaron imponiéndose.
"Desde principios de 2014, los consejos militares (de los baazistas) y el Estado Islámico han tenido un matrimonio temporal. Fue un polvo de una noche", ha asegurado la fuente.
"Los baazistas pensaron que podrían controlar al Estado Islámico para que les abriera el camino a Bagdad, pero lo cierto es que los radicales usaron a los baazistas para ser (considerados) aceptables y ganarse el favor del pueblo", ha explicado.
Este viernes, el gobernador de la provincia de Saladino, Raed al Juburi, ha confirmado la muerte de Al Duri a manos de una de las milicias chiíes que cooperan con el Gobierno en la lucha contra los yihadistas. Al Duri fue asesinado por los chiíes, uno de los grupos que más había ordenado reprimir durante la dictadura.
