Los refugiados sirios empiezan a desplazarse a zonas del sur de Líbano

Actualizado: martes, 29 enero 2013 14:38

MADRID, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -

Los refugiados sirios (mayoritariamente suníes) que inicialmente se concentraban en áreas ubicadas en el norte y este de la frontera con Líbano han empezado a desplazarse hacia el sur de este país, un área dominada por el movimiento chií Hezbolá --expresamente afín al régimen de Bashar al Assad--, en busca de una situación más segura, según ha informado este martes el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Según la agencia de noticias humanitarias de la ONU IRIN, numerosos refugiados consideran que las ciudades y pueblos del norte han llegado a su capacidad máxima de absorción y por tal motivo creen que tienen más posibilidades de encontrar trabajo en el sur, que ahora es una de las zonas más seguras del país.

El sur de Líbano está a salvo de los problemas que asolan las ciudades de Trípoli o Beirut, donde ha habido enfrentamientos mortales y secuestros entre partidarios y detractores del régimen de Bashar al Assad, según el comunicado de ACNUR.

No obstante, "en el sur, la comunidad es principalmente pro Al Assad", ha indicado Sahar Atrache, una analista de la ONG International Crisis Group.

"Probablemente aquellos (refugiados) que se dirigen al sur no están vinculados con las fuerzas opositoras", ha declarado Atrache a IRIN. "Pero algunas personas (en el sur de Líbano) son muy extremistas y dicen frases como 'permitid a Bashar que los asesine y termine con el conflicto', lo que podría causar problemas", ha proseguido.

PREOCUPACIONES

El pasado 23 de enero, el alcalde de Tiro (sureste), Hassan Dbouk, se reunió con miembros de organizaciones humanitarias para hablar sobre las necesidades. "Los refugiados sirios aumentan diariamente", ha declarado Dbouk a IRIN. "Estamos preocupados por los problemas futuros que pueda ocasionar su presencia aquí en todos los ámbitos: económico, social, de seguridad", ha añadido.

A su vez, el alcalde ha asegurado que el número de delitos cometidos en la ciudad ha incrementado y, a pesar de que considera que los responsables son sirios, no tiene pruebas directas.

"El índice de incidentes es todavía bajo, pero estamos preocupados por el futuro", ha proseguido Dbouk. "Los seres humanos son los seres humanos. Si están hambrientos, los robos aumentarán, el crimen aumentará, la mendicidad aumentará y los problemas sociales aumentarán", ha agregado.

AYUDA HUMANITARIA

Hasta el momento, ACNUR ha registrado 10.612 personas en dos provincias del sur del Líbano, las cuales se suman a otras 22.300, que esperan poder registrarse para recibir ayuda humanitaria. La ONG local SHIELD ha advertido de que hay al menos 20.000 familias que todavía no se han registrado en el sur del país.

Por su parte, en el conjunto del territorio hay 157.139 refugiados registrados y cerca de 69.000 en proceso de hacerlo, según datos de ACNUR correspondientes al pasado domingo.

Muchos cruzan la frontera que separa Siria y Líbano de manera ilegal para no tener que enfrentarse a los servicios de Inteligencia libaneses y deciden vivir en aldea rurales remotas a lo largo de la frontera con Israel donde "la situación para ellos es muy miserable", según ha subrayado la directora del proyecto de SHIELD, Rima Jayat.

Del total de familias que no se han registrado, más de 2.000 no han recibido ningún tipo de asistencia, según Jayat.

Por otro lado, los residentes locales han afirmado que la ayuda en el sur es limitada. "Los refugiados en el sur no tienen nada, la presencia de las ONG es muy limitada", ha señalado el alcalde de la pequeña aldea de Al-Fardis, Anis Slika. ACNUR ha reconocido que, por el momento, la ayuda ha sido limitada debido al escaso número de refugiados en el sur, pero esa cifra puede variar en los próximos días.

IRIN cita el caso de Manal Tayyar, una refugiada siria que huyó con su marido a Líbano tras el estallido, el pasado mes de julio, de los enfrentamientos en su barrio de Tadamun, a las afueras de Damasco, y que se refugió en la ciudad de Tiro.

El matrimonio alquiló una habitación con goteras y continuos cortes de los suministros de agua y electricidad, después de que Tayyar vendiese algunas de sus pertenencias. Unos meses más tarde su madre, hermanos, sobrinos y su cuñado también huyeron de Siria y se alojaron con la pareja.

"Toda la familia nos seguirá", ha declarado su madre, Jidra Hamad, a IRIN. "Nadie puede permanecer en Siria bajo los bombardeos", ha añadido.