Actualizado: jueves, 26 enero 2017 17:10

KINSHASA, 26 Ene. (Reuters/EP) -

El Gobierno de la República Democrática del Congo (RDC) deportará a cerca de 200 supuestos rebeldes de Burundi, donde, según denuncian las organizaciones de defensa de los Derechos Humanos, podrían ser torturados o incluso asesinados.

Los 186 presuntos rebeldes fueron detenidos cerca de la frontera entre ambos países en 2015 y principios de 2016 en medio de una profunda crisis política que surgió en Burundi después de que el presidente del país, Pierre Nkurunziza, anunciara su candidatura a un tercer mandato presidencial, a pesar de que la Constitución lo prohibía expresamente.

"Estamos terminando los planes para deportarles", ha asegurado a Reuters el portavoz del Gobierno de República Democrática del Congo, Lambert Mende. "No podemos aceptar que la República Democrática del Congo sirva como base para poner en marcha acciones hostiles contra un país miembro de la Conferencia Internacional de los Grandes Lagos", ha añadido.

La ONU y los grupos de defensa de los Derechos Humanos han acusado a las fuerzas burundesas de violar los Derechos Humanos y de cometer crímenes contra la Humanidad, incluidas ejecuciones, asesinatos selectivos, detenciones arbitrarias, torturas y violencia sexual, algo que el Gobierno niega.

"Estos 186 presuntos rebeldes están en riesgo de ser sometidos a graves violaciones de los Derechos Humanos", ha señalado a Reuters Florent Geel, director para África de la Federación Internacional de los Derechos Humanos (FIDH).

"Hoy en día los tribunales en Burundi no son imparciales. Se practica la tortura sistemáticamente. Hay ejecuciones extrajudiciales", ha añadido Geel.

Al menos 450 personas han muerto en Burundi desde 2015 en enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad, asesinatos por represalias y tras el fallido intento de golpe de Estado.

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