CANBERRA, 18 Oct. (Reuters/EP) -
El control de la Policía australiana sobre los bienes y productos incautados ha quedado en tela de juicio después de que hoy saliese a la luz que un hombre robó de una comisaría de Marroochydore más de 2.000 pastillas de éxtasis, así como distintas cantidades de cocaína y anfetaminas, según reconoció el portavoz policial, Ben Tracey.
Las sustancias fueron sustraídas de la sala en la que se exhibían en el Estado de Queensland, en el norte del país. La Policía calcula en el mercado que el total de la droga sustraída podría alcanzar en el mercado un valor de unos 27.000 dólares australianos (unos 30.000 euros). Tracey señaló que sólo se había recuperado una pequeña cantidad y que, por tanto, las autoridades investigan el paradero del resto.
Sobre un comerciante de 36 años pesarán la próxima semana 10 cargos vinculados con este robo, como principal sospechoso de este acto. Este hombre disponía de acceso directo sin supervisión a la sala donde se guardaban las sustancias.
