BRASILIA, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -
La ex presidenta de Brasil Dilma Rousseff ha calificado este viernes de "traidor" a su sucesor en el cargo, Michel Temer, si bien ha asegurado que no le guarda rencor por acceder al poder impulsando un 'impeachment' en su contra por irregularidades contables.
"Si no odio a mis torturadores ¿cómo voy a odiar a este traidor?", ha dicho Rousseff en una entrevista radiofónica, recordando su detención durante la dictadura militar brasileña (1964-1985) por su militancia izquierdista.
La ex inquilina del Palacio de Planalto ha explicado que el sentimiento que genera la traición es "injusticia". "No se puede odiar a las personas porque el odio te acaba atrapando", ha indicado, según informa la cadena panamericana TeleSur.
Rousseff ha insistido en la idea de que su destitución fue una estrategia para evitar que sus promotores tuvieran que responder ante la Justicia por su implicación en el escándalo de corrupción de la petrolera estatal, Petrobras.
También ha apuntado a los planes de los sectores conservadores para aplicar un ajuste más duro a fin de superar la crisis económica. A este respecto ha mencionado la reforma de las pensiones diseñada por Temer, "que va contra los intereses de los trabajadores".
Interrogada sobre su nueva vida, ha confesado que ahora pasa más tiempo con sus hijos y sus nietos y tiene una actividad más "intensa" en el ámbito de la comunicación social para mantener el contacto con sus simpatizantes.
Rousseff fue destituida el pasado 31 de agosto a través de un juicio político celebrado en el Senado por aumentar el gasto público en plena campaña para la reelección, en 2014, sin recabar antes la necesaria autorización del Congreso.
Temer, hasta entonces su vicepresidente, asumió el cargo de forma definitiva para llevar las rienda del gigante suramericano hasta 2018, cuando se celebrarán las próximas elecciones presidenciales, en las que Rousseff podrá participar.
