BANGUI, 12 Oct. (Reuters/EP) -
La presidenta de República Centroafricana, Catherine Samba-Panza, ha asegurado que no dimitirá pese al aumento de la violencia en el país durante los últimos días y tras la muerte este sábado de dos personas en un ataque en el que también han resultado heridos seis 'cascos azules' de Burundi y Camerún.
"No dimitiré. Debo liderar este país hasta el fin de mi misión", ha asegurado Samba-Panza en la televisión estatal después del ataque. El aumento de la violencia ha puesto en peligro el Gobierno interino de Samba-Panza, que tomó la posesión en enero tras unas elecciones que pusieron fin a dos años de inestabilidad y enfrentamientos.
Las declaraciones de la mandataria han tenido lugar después de un ataque en la capital, Bangui, contra los 'cascos azules' en un barrio cercano al aeropuerto en el que han muerto un agente de la Gendarmería y un dirigente de las milicias cristianas y animistas antibalaka.
Sin embargo, la tensión política podría haber disminuido en las últimas horas, después de que los antibalaka hayan retirado la petición de dimisión de la mandataria que hizo la milicia, después de que ambas partes hayan alcanzado un acuerdo.
Samba-Panza se ha reunido con la milicia cristiana y ha acordado liberar a los milicianos detenidos, a cambio de que los antibalaka retiren sus barricadas y permitan volver a la normalidad a la ciudad., según ha informado el asesor político de los antibalaka Alfred le Grand Ngaya.
La portavoz de la Presidencia, Antoinette Montaigne, ha confirmado esta reunión y ha subrayado que Samba-Panza está abierta al diálogo. "Quizás la gente fue arrestada por error y no es imposible liberarles, aunque depende de las autoridades judiciales", ha afirmado.
Por otro lado, el sindicato de taxistas ha asegurado que pondrá fin a la huelga cuando se restaure la seguridad del territorio, mientras que varias asociaciones civiles han emitido un comunicado en el que responsabilizan a las milicias de la violencia y hacen un llamamiento al diálogo nacional.
