Sarín, gas mostaza o cloro: ¿están desapareciendo las armas químicas?

Armas químicas en Siria
FABIAN BIMMER / REUTERS
Actualizado: lunes, 23 abril 2018 13:12

MADRID, 23 Abr. (EDIZIONES) -

Sarín o gas mostaza son algunas de las armas químicas que se han utilizado en los últimos años en la guerra de Siria por parte del Ejército sirio contra las ciudades controladas por los rebeldes. Según los rebeldes sirios, el último ataque se habría producido el 7 de abril en la localidad de Duma, cercana a la capital siria, Damasco.

Este ataque químico, que aún debe ser investigado por las autoridades competentes, vuelve a poner en el punto de mira a las armas químicas, incluidas en el grupo conocido como 'armas de destrucción masiva', junto a las nucleares y las biológicas.

Aunque la historia de las armas químicas se remonta hasta la antigüedad, fue en la Primera Guerra Mundial cuando se utilizaron este tipo de armas a gran escala. Fue en la Segunda Batalla de Ypres (Bélgica), el 22 de abril de 1915, en la que los alemanes utilizaron el cloro para atacar a las tropas de Francia, Canadá y Argelia.

En opinión del experto del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en armas químicas, biológicas, radiológicas y nucleares Johnny Nehme, la utilidad militar de este tipo de armamento "se traduce en el efecto del miedo: generan temor".

"Cuando se realizan ataques con cloro, por ejemplo, el efecto en las víctimas no es tan significativo a escala en comparación con el efecto causado por cualquiera de las armas convencionales. Sin embargo, el resultado es que todos hablarán de ese ataque y sentirán miedo", explica Nehme en una entrevista publicada en la página web del CICR.

No obstante, estas armas están próximas a desaparecer, o eso recogen los datos de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ). Se trata de un organismo internacional que nació con la misión de velar por el cumplimiento de la Convención Sobre Armas Químicas que se firmó en 1993 y entró en vigor en el 1997.

Actualmente, la OPAQ --que realizará las investigaciones sobre el supuesto ataque químico en Duma-- cuenta con 192 países miembros; Israel ha firmado la convención pero no lo ha ratificado, mientras que Corea del Norte, Egipto y Sudán del Sur no lo han firmado. La Opaq no hace mención al Sahara Occidental en sus informes. 

Hasta diciembre de 2016, según los datos del OPAQ, se habían destruido el 93% de las armas químicas declaradas. En concreto, se han hecho desaparecer más de 69.000 toneladas métricas de las 72.000 toneladas declaradas en el mundo.

El VX, el gas mostaza y el sarín son las tres armas químicas sobre las que los países han declarado tener más cantidad, con más de 19.000 toneladas métricas en el primero de los casos, 17.000 toneladas en el segundo y con 15.000 toneladas en el tercero.

Tanto el VX como el sarín se incluyen entre los agentes nerviosos y se considera como un arma de destrucción masiva. Hasta 2016, se había destruido el 97,8% de las toneladas declarada del VX y el 93,1% del sarín. En cuanto al gas mostaza, un agente vesicante cuyos efectos pueden tardar unas horas en aparecer, se ha destruido el 86,2% de las reservas.

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