NUEVA YORK, 22 (EUROPA PRESS)
Chrinstine Blasey Ford, quien denuncia un intento de violación del candidato de la Casa Blanca al Tribunal Supremo, Brett Kavanaugh, ha aceptado testificar la semana próxima ante la Comisión Judicial del Senado de Estados Unidos.
Los abogados de Ford han anunciado la decisión, aunque siguen aún negociando con la Comisión del senado las condiciones concretas de su comparecencia, informa el portal estadounidense TheHill.com.
Una de las abogados de Ford, Debra Katz, ha explicado en un breve correo electrónico que Ford "acepta la petición de la Comisión para aportar su testimonio de primera mano sobre el comportamiento sexual de Brett Kavanaugh". Katz matiza que quiere seguir negociando para concretar los "detalles".
El presidente de la Comisión Judicial del Senado, el republicano Chuck Grassley, había dado hasta la tarde de este sábado como plazo máximo para que Ford decidiera si quería testificar.
Fuentes de la Casa Blanca han subrayado que estas menciones a la negociación serían "un modo inteligente de aplazar el voto del lunes sin comprometerse a testificar el miércoles" como pretendía la Comisión.
Los abogados de Ford solicitaron el viernes a última hora una nueva ampliación del plazo. Mientras, los miembros del Partido Republicano en el Senado han amenazado con llevar a cabo este lunes la votación sobre Kavanaugh a menos que se alcance un acuerdo extrajudicial con Ford.
A primera hora de este viernes, el presidente estadounidense, Donald Trump, intentaba sembrar la duda sobre el testimonio de Ford, que ha asegurado de que Kavanaugh la intentó violar en 1982, cuando ambos eran estudiantes de secundaria en Maryland. Kavanaugh ha negado las acusaciones y se ha comprometido a testificar en el lunes.
La Comisión, controlada por los republicanos, ha tenido problemas con la nominación de Kavanaugh. Los demócratas han exigido más tiempo para una investigación y los republicanos quieren avanzar rápido con la confirmación, en medio de un ambiente político cada vez más volátil de cara a las elecciones legislativas del 6 de noviembre.
La aprobación de Kavanaugh consolidaría el control conservador del Tribunal Supremo y sería un triunfo para la Casa Blanca en sus esfuerzos por inclinar al máximo tribunal del país más hacia la derecha.
