MADRID, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
El partido-milicia chií libanés Hezbolá ha acusado este martes a la comunidad internacional de no cumplir sus promesas de apoyo financiero a los refugiados sirios que han entrado al país huyendo de los enfrentamientos entre los grupos opositores armados y las fuerzas de seguridad sirias.
Durante un encuentro con el coordinador especial de Naciones Unidas para Líbano, Derek Plumbly, el director del departamento de Relaciones Exteriores de la formación islamista, Ammar Musawi, ha dicho que "la comunidad internacional es responsable de no cumplir sus compromisos de ayuda a decenas de miles de familias que viven en condiciones trágicas".
Por otra parte, Musawi ha acusado a "algunas partes de Líbano" por "jugar a juegos peligrosos que podrían trasladar la crisis siria al país con el objetivo de alcanzar sus sueños de fortalecer su posición", en referencia a los últimos enfrentamientos en Arsal y a las escaramuzas en la frontera, según ha informado el diario libanés 'The Daily Star'.
El Gobierno libanés ha solicitado a la comunidad internacional y a la Liga Árabe la entrega de unos 200 millones de dólares (alrededor de 153 millones de euros) para dar respuesta a las necesidades de las alrededor de 300.000 personas que han entrado al país. Una reunión de donantes en Kuwait en enero prometió entregar mil millones de dólares (unos 766 millones de euros) a los países que acogen a los refugiados.
En base a los datos del Alto Comisionado para los Refugiados de Naciones Unidas (UNHCR), alrededor de 199.000 de ellas se han registrado ya como refugiados, lo que supone la segunda cifra más alta en la región, por detrás de Jordania (245.000) y por delante de Turquía (184.000).
Naciones Unidas calcula que desde marzo de 2011, cuando comenzó el levantamiento popular contra el Gobierno de Bashar al Assad, unas 70.000 personas han muerto a causa de los combates entre las fuerzas gubernamentales y rebeldes.
El Gobierno atribuye gran parte de las víctimas a los grupos terroristas que actúan en el país árabe --según ha denunciado insistentemente-- con la financiación y el apoyo material de Arabia Saudí, Qatar y Turquía, entre otros.
