GINEBRA, 2 Jul. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Siria ha mostrado este jueves su rechazo a una resolución del Consejo de Derechos de Naciones Unidas que condena el uso de barriles bomba y ha alegado que el empleo de esta táctica se trata de un asunto "técnico", que no corresponde a Naciones Unidas.
Estados Unidos, junto a diez países árabes y europeos, han respaldado la resolución en contra del uso de armas químicas como el gas de cloro o el uso por parte de las autoridades sirias de municiones de racimo, misiles balísticos y barriles bomba.
El embajador sirio ante el organismo de la ONU, Hussam Eddin Aala, ha tachado de "hipócritas" a los críticos de Damasco por apoyar a los "terroristas" en territorio sirio y ha asegurado que la resolución está sesgada. Aala ha afirmado que el uso de "pretextos inventados como la situación humanitaria y el denominado uso de barriles bomba es una conducta que resta credibilidad y seriedad al Consejo".
El embajador británico, Julian Braithwaite, que presentó la resolución, ha manifestado que el texto ha sido sometido a amplias consultas y ha pedido a las partes involucradas en el conflicto el respeto a los Derechos Humanos, el fin de la violencia y el respeto al derecho internacional.
La resolución ha sido aprobada por 29 votos a seis, con doce abstenciones. Uno de los votantes en contra ha sido Rusia, aliado de Siria. El embajador ruso, Anatoli Viktorov, ha asegurado que el texto es "otra iniciativa anti-Siria en el Consejo".
Los milicianos del Estado Islámico y del Frente Al Nusra son los principales problemas en Siria, según ha recalcado Viktorov. Para el representante ruso, la resolución debe reflejar dicha situación y hacer un llamamiento al Gobierno sirio y a la oposición moderada para "combatir a los yihadistas".
El miércoles, Rusia respaldó una declaración adoptada por unanimidad en el Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York, que condenaba el uso indiscriminado de bombardeos aéreos y barriles bomba contra civiles.
El conflicto sirio, que se encuentra ya en su cuarto año, se ha cobrado hasta ahora la vida de más de 220.000 personas. De los 23 millones de habitantes del país, unos 12,2 millones se encuentran en situación de emergencia humanitaria, incluyendo unos cinco millones de niños.
