BERLÍN, 13 Sep. (DPA/EP) -
El Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), socio de la coalición de Gobierno, ha reclamado este jueves a la canciller, Angela Merkel, la el cese del jefe de los servicios secretos, Hans-Georg Maassen, por cuestionar que se persiguió a inmigrantes en las manifestaciones en el este del país.
"Para la dirección del SPD está absolutamente claro que hay que tomar medidas. Merkel debe actuar ahora", ha manifestado el secretario general del SPD, Lars Klingbeil, a raíz de las declaraciones de Maasen sobre los incidentes en Chemnitz.
Merkel se reunirá esta tarde con sus socios de Gobierno: la líder del SPD, Andrea Nahles, y el presidente de la Unión Social Cristiana (CSU), Horst Seehofer, para analizar la situación, según han desvelado fuentes cercanas al Gobierno.
Apenas seis meses tras lograr formar un Gobierno de coalición, Merkel tiene que lidiar ahora con una nueva crisis interna de su Ejecutivo después de haber conseguido poner fin en verano a la batalla con su socio bávaro y ministro de Interior, Seehofer, sobre la cuestión migratoria, que a punto estuvo de poner fin antes de tiempo a esta legislatura.
El lunes, en declaraciones al diario 'Bild', Nahles exigió a Maassen pruebas claras: "Si no es capaz de hacerlo, entonces ya no será aceptable en su oficina".
Maassen había dicho previamente en una entrevista que no había pruebas de que un video que circulaba por Internet sobre un ataque a extranjeros fuera auténtico. Más tarde lo relativizó.
Sin embargo, tras una reunión del Comité de Interior del Parlamento alemán, Seehofer expresó el miércoles su confianza en Maassen. Los servicios secretos dependen del Ministerio del Interior.
El presidente de la Oficina Federal de Protección de la Constitución (BfV) --como se llaman oficialmente los servicios secretos en el interior del país-- también había contradicho una declaración anterior de Merkel en la que la mandataria afirmó que hubo persecuciones de inmigrantes en las protestas xenófobas en Chemnitz.
Además, el SPD recela de Maassen, en el puesto desde 2012, debido a que al parecer filtró el informe anual de los servicios de Inteligencia al partido populista de tinte xenófobo Alternativa para Alemania (AfD) antes de que fuera publicado.
El SPD duda de que siga siendo el hombre adecuado para estar al frente del servicio de Inteligencia, especialmente en tiempos en los que existen enormes desafíos para la democracia y un creciente extremismo de derechas.
Asimismo, el socio de Merkel está bajo una presión cada vez mayor para mostrar una diferencia clara respecto a los conservadores con los que gobierna desde marzo tras las elecciones generales de septiembre de 2017.
Un número elevado de miembros mostró su oposición a la coalición de Gobierno desde el principio, y los malos resultados en los sondeos de intención de voto no hace si no alimentar aún más el descontento.
El vicepresidente del SPD, Ralf Stegner, escribió en Twitter: "La pelota está ahora en el campo de la canciller y del líder de la CSU. (...) ¡El señor Maassen ya no es aceptable en su oficina y debe irse!".
Maassen declaró al periódico 'Bild' que no tenía "ninguna información fiable" de que hubiera habido persecuciones en Chemnitz. Al comentar un vídeo que supuestamente muestra escenas de caza de extranjeros, Maassen dijo: "No hay pruebas de que el video que circula en Internet sobre este supuesto incidente sea auténtico. Habría buenas razones para creer que se trata de una desinformación deliberada para posiblemente distraer al público del asesinato en Chemnitz".
Maassen no hizo ninguna declaración pública el miércoles después de la reunión de la comisión. Según los participantes en la reunión del Comité Interno del Parlamento, indicó que sentía que le habían entendido mal, que formularía "una u otra frase de forma diferente hoy en día" y "quizá también evitaría hacerlas". Sin embargo, se aferró a sus críticas a los medios de comunicación, que en su opinión no deberían haber escrito que hubo "persecuciones".
