NUEVA YORK, 5 Nov. (Reuters/EP) -
Las tropas de Sudán han negado a Naciones Unidas y a la Unión Africana el acceso a la región de Darfur, en la zona occidental del país, para investigar las violaciones en masa sufridas por cerca de 200 mujeres y niñas, ha afirmado la ONU este miércoles.
La misión de paz conjunta, conocida como UNAMID (Operación Híbrida de la Unión Africana y Naciones Unidas en Darfur), está muy comprometida con las informaciones recibidas sobre los ataques que han tenido lugar en Tabit, ha afirmado a los periodistas en Nueva York el portavoz de Naciones Unidas, Stephan Dujarric.
"Los militares sudaneses que se encontraban en el control han negado el acceso a Tabit, en el norte de Darfur, a una patrulla de verificación", ha añadido Dujarric.
También ha dicho que un equipo de la UNAMID ha viajado posteriormente al campamento de desplazados de Zamzam para evaluar si alguien había llegado desde Tabit.
"Siguiendo una completa evaluación e interacción con los residentes y los líderes de la comunidad del área de Zamzam, el equipo ha llegado a la conclusión de que nadie se había desplazado recientemente desde Tabit", ha afirmado.
"Además y como parte de la investigación, los defensores de los Derechos Humanos de la UNAMID se han entrevistado con el fiscal del norte de Darfur, quien ha afirmado que no han recibido denuncias sobre ningún caso de violación en Tabit", ha añadido.
Las leyes y el orden se han colapsado en gran parte de Darfur, donde la mayoría de las tribus africanas tomaron las armas en 2003 contra el Gobierno árabe de Jartum, al que acusaban de discriminación contra ellos. La UNAMID se encuentra trabajando en la zona desde 2007.
El mes pasado, un estudio interno de Naciones Unidas revelaba que la UNAMID había fallado a la hora de proporcionar informaciones detalladas sobre los ataques contra civiles y personal para la paz. El informe es una respuesta ante las acusaciones de los medios que afirmaban que la UNAMID encubrió intencionadamente los detalles de los ataques.
El conflicto de Darfur ha acabado con la vida de más de 300.000 personas y ha desplazado a otros dos millones, de acuerdo con la información de Naciones Unidas.
