Mujeres y niños esperan recibir ayuda en Sudán del Sur
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Actualizado: jueves, 13 abril 2017 6:05

MADRID, 13 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Sudán ha anunciado este miércoles que ha empezado a tramitar con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) la construcción de tres nuevos campamentos de refugiados con el objetivo de albergar al creciente número de sursudaneses que huyen del país, azotado por la hambruna y la violencia.

El comisario de Ayuda Humanitaria sudanés, Ahmed Mohamed Adam, ha advertido que cada vez más personas huyen de Sudán del Sur. Según las cifras de ACNUR, cerca de 400.000 sursudaneses se encuentran dentro del país del que se independizó en 2011, principalmente en la capital, Jartum, si bien muchos de ellos han sido reubicados en otros campamentos de Awliya y Dar el Salam.

Adam ha indicado ante los medios que los tres nuevos campamentos se establecerán en los estados de Darfur Oriental, Kordofán y Nilo Blanco. "Estas operaciones continúan para organizar la presencia de refugiados en la capital", ha explicado, según declaraciones recogidas por la emisora Eye Radio.

Por su parte, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha asegurado que está preparado para ayudar en el establecimiento de nuevos campamentos en Sudán, si bien continuará con su reparto de alimentos a desplazados dentro de Sudán del Sur.

El director del PMA en Sudán, Matthew Hollingworth, ha afirmado que la agencia intensificará su trabajo durante el mes de abril, antes de que la temporada de lluvias dificulte el acceso a determinados territorios, ya que la entrega aérea de alimentos es "mucho más cara".

"Si tenemos que entregar la comida por vía aérea los precios pueden llegar a ser hasta diez veces superiores, por lo que (si lo hacemos antes de que llegue la temporada de lluvias) podemos llegar a mucha más gente y entregarles mucha más comida", ha apuntado.

Según las cifras de ACNUR, unos 60.000 sursudaneses han llegado a Sudán en los primeros tres meses del año.

HAMBRUNA Y VIOLENCIA

El presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, ya ha reconocido de forma oficial que el país sufre una hambruna, después de que la Oficina Nacional de Estadística y varias agencias de Naciones Unidas declararan la hambruna en varias partes del país, especialmente en el estado de Unidad.

Las agencias de la ONU estiman que la cifra de afectados podría ascender hasta los 5,5 millones de personas (el 47 por ciento de la población) en julio si las comunidades más afectadas no reciben la ayuda necesaria.

A la hambruna se ha sumado una oleada de violencia desatada esta semana, que ha obligado a unas 8.000 personas a abandonar sus hogares en la ciudad sursudanesa de Wau. En esta localidad han muerto unas 20 personas en ataques étnicos de milicias leales al presidente, violencia que ha provocado que el Gobierno imponga el toque de queda nocturno en el estado.

Sudán del Sur vive sumido en una guerra civil desde diciembre de 2013 que enfrenta a los partidarios del presidente Kiir, de etnia dinka, con las fuerzas leales al exvicepresidente Riek Machar, de etnia nuer.

La ONU ha alertado en varias ocasiones de la posibilidad de un genocidio en el país, debido al cariz étnico que parece estar tomando el conflicto.

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