WASHINGTON, 8 Jun. (Reuters/EP) -
El Tribunal Supremo estadounidense ha anulado una ley que permitía a los ciudadanos estadounidenses nacidos en Jerusalén registrar Israel como su país de origen, una victoria para la Administración de Barack Obama.
Pese a que el Congreso autorizó en 2002 vincular directamente en los pasaportes Jerusalén e Israel como lugares de nacimiento, el Departamento de Estado ha preferido durante estos años no aplicar dicha normativa por entender que viola la separación de poderes contemplada en la Constitución. Así, permite registrar Jerusalem, sin país, como lugar de origen en los pasaportes.
En concreto, la Administración Obama consideraba que suponía una injerencia en las competencias presidenciales sobre política exterior y socavaba la posición de Estados Unidos como mediador en el conflicto árabe-israelí.
"El Congreso no puede ordenar al presidente en contradicción con un reconocimiento anterior sobre emisión de pasaportes", ha explicado el juez del Supremo Anthony Kennedy, responsable de la opinión mayoritaria. Kennedy, conservador, ha recibido el apoyo de los cuatro jueces liberales y otro conservador, Clarence Thomas, ha apoyado parcialmente su postura. Los otros tres conservadores, John Roberts, Antonin Scalia y Samuel Alito, han votado en contra.
Scalia ha ejercido de portavoz de la otra parte y ha alegado que la ley ahora anulada no se inmiscuye en los poderes presidenciales porque no tiene que ver con el reconocimiento de un gobierno extranjero. "La ley de pasaportes de Jerusalén no tiene nada que ver con el reconocimiento", ha argumentado.
Ari y Naomi Zivotofsk recurrieron a los tribunales en 2003 para exigir que se cumpliese la ley y que su hijo, Menachem, estadounidense nacido en Jerusalén que ahora tiene doce años de edad, pudiese beneficiarse de ella.
Desde la fundación de Israel en 1948, los presidentes norteamericanos han evitado posicionarse sobre el estatus de Jerusalén para no perjudicar su negociación en futuras conversaciones de paz. Se calcula que unos 50.000 estadounidenses han nacido en Jerusalén, una ciudad reivindicada tanto por israelíes como por palestinos.
