Actualizado: lunes, 30 noviembre 2015 16:39

TÚNEZ, 30 Nov. (Reuters/EP) -

El presidente de Túnez, Beyi Caid Essebsi, ha sido acusado este lunes por sus opositores de infringir la Constitución, después de intentar poner fin a una disputa en la que 32 diputados han amenazado con dimitir tras los supuestos intentos de su hijo de hacerse con el control del partido gubernamental (Nidaa Tounes).

Essebsi ha anunciado en la televisión estatal la creación de un comité para negociar entre las dos facciones del partido y así llegar a un consenso.

Sus opositores le acusan de violar la Constitución y de confundir los límites entre su formación y el Estado. "El presidente no ha respetado la Constitución, está prohibido mezclar el Estado con asuntos del partido", ha criticado el líder del Partido Republicano, Issam Chebbi. "Está claro que no distingue entre los papeles que desempeñan cada uno", ha añadido.

El Partido Popular ha pedido en un comunicado que comparezca ante el Parlamento para explicar lo que consideran una "ruptura constitucional". "El discurso de Essebsi muestra que no es un presidente para todos los tunecinos", ha afirmado.

La formación Nidaa Tounes se encuentra ahora dividida en dos facciones, una liderada por el hijo del presidente, Hafthed Caid Essesbi, y la otra por Mohsen Marzouk, secretario general del partido y antiguo activista de izquierdas. A principios de mes, las tensiones llegaron a su máximo, cuando ambos bandos llegaron a enfrentamientos físicos en un hotel de lujo donde se encontraban reunidos.

El ala liderada por Essesbi hijo puja por alcanzar un mayor poder a través de una reestructuración del partido, de hecho propuso un congreso a principios de mes para reunir a sus miembros, una propuesta que fue rechazada por el bando de Marzouk.

Para Marzouk y sus seguidores estos cambios supondrían un regreso a los tiempos de gobierno autocráticos del antiguo dictador tunecino, Zine el Abidine Ben Alí, dado que consideran que la facción liderada por el hijo del presidente pretende concentrar en su persona una transferencia hereditaria del poder. Unas acusaciones que, en todo caso, son negadas por estos últimos.

Marzouk ha señalado, en su página oficial de Facebook, que es tiempo de tomar una "dolorosa" decisión, indicando una posible escisión dentro del partido.

Nidaa Tounes, fundado por Essesbi, emergió como fuerza política en 2013 para liderar las protestas populares contra el entonces Gobierno islamista de Ennahda (Partido del Renacimiento), forzándole a renunciar y a dejar paso a un Gobierno de transición imparcial que convocara nuevamente elecciones.

La agitación que sacude el partido amenaza con acabar con un periodo de estabilidad política en Túnez, que siguió a la transición democrática tras la expulsión en 2011 del autócrata Ben Ali. La dimisión de los diputados del Nidaa Tounes podría conferir al partido opositor Ennahda una reforzada posición parlamentaria, justo ahora que el país pretende sancionar una serie de reformas económicas sensibles.

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