MADRID, 13 Nov. (EDIZIONES) -
Un devastador terremoto de 7,3 de magnitud en la escala Richter ha golpeado la noche del domingo Irán en la frontera con Irak dejando hasta el momento 328 víctimas mortales y 2.530 heridas solo en Irán, aunque las previsiones señalan que la cifra todavía pueda aumentar.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) ha informado de que el epicentro del corrimiento se ha localizado a 32 kilómetros al sur-suroeste de la localidad iraquí de Halabya a una profundidad de 33,9 kilómetros.
Tras el primer terremoto se han detectado otras réplicas, la peor hasta el momento de magnitud 5,3 en la escala Richter a 45 kilómetros de Halabya.
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La zona ha sido en el pasado especialmente golpeada por los terremotos. Irán e Irak están situados sobre varias fallas tectónicas y son relativamente frecuentes los terremotos. El terremoto más grave de los últimos años ha sido el de 2003 en Bam, en el sureste de Irán, que provocó 31.000 muertos.
El temblor se ha notado en estas poblaciones. En general, la población en esta región vive en casas con estructura vulnerables a los temblores construidas a partir de bloques de adobe o viviendas de baja altura de hormigón no preparadas para este tipo de terremotos.
Eso, unido a la intensidad del temblor, ha provocado que las estimaciones del USGS sobre las consecuencias del terremoto dejen un panorama desolador, situando la cifra más probable de víctimas entre 100 y mil víctimas mortales y los daños económicos entre 100 y 1.000 millones de dólares.
El vicegobernador de la provincia iraní de Kermanshá, Mojtaba Nikerdar, ha resaltado que "aún hay personas bajo los escombros". "Esperamos que el número de muertos y heridos no aumente mucho, pero aumentará", ha lamentado.
Por su parte, el ministro del Interior iraní, Abdolreza Rahmani Fazli, ha resaltado que "la noche ha hecho difícil que los helicópteros vuelven a las zonas afectadas", agregando que "algunas carreteras han quedado cortadas". "Estamos preocupados por las aldeas más remotas", ha reconocido.
