Rex Tillerson
REUTERS / JONATHAN ERNST
Publicado: jueves, 18 enero 2018 8:05

WASHINGTON, 18 Ene. (Reuters/EP) -

El secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, ha informado este miércoles de que viajará la próxima semana a Londres, la capital de Reino Unido, donde espera poder visitar la nueva Embajada de Estados Unidos en el país.

No obstante, Tillerson no ha matizado si inaugurará el controvertido edificio. El dirigente estadounidense, Donald Trump, canceló la semana pasada su viaje a Reino Unido, previsto para febrero, fecha en la que tenía previsto abrir la Embajada.

El magnate señaló entonces que no tenía intención de apoyar, mediante su visita, el acuerdo al que llegó el expresidente del país Barack Obama cuando decidió vender la anterior Embajada por unos "cacahuetes".

Sobre la nueva localización de la Embajada, Tillerson ha manifestado que "la decisión ya se tomó, por lo que no tiene sentido volver a ello".

En este sentido, Tillerson ha aseverado que ha discutido la agenda con el ministro de Asuntos Exteriores británico, Boris Johnson. "Aún no tenemos los detalles, pero espero poder ir a la Embajada", ha insistido.

Trump afirmó la semana pasada que la venta de la sede de la legación diplomática estadounidense en la capital británica fue un "mal acuerdo". "Quieren que corte la cinta (que la inaugure). ¡No!", dijo.

Según la cadena de televisión británica Sky, será Tillerson quien acuda a la inauguración de la nueva legación diplomática estadounidense en Londres el 16 de enero.

Sin embargo, la cancelación del viaje por parte de Trump supone un duro golpe para las relaciones bilaterales entre ambos países. Voces críticas han sugerido que el magnate ve tras el 'Brexit' a Reino Unido como un país menos importante.

"Para nada. (...) Quiero decir, aún mantenemos una relación especial con el pueblo británico. Como sabéis, el presidente apoyaba la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Todavía piensa que es lo mejor para ellos", ha destacado Tillerson.

El Departamento de Estado anunció en octubre de 2008, cuando George W. Bush era presidente, que iniciaba los trámites para vender la sede de la Embajada estadounidense en Londres y para construir una nueva legación en Wandsworth, un municipio de la periferia de la capital británica.

En noviembre de 2009, ya con Obama en la Presidencia, la venta de la sede actual de la Embajada se adjudicó a una compañía inmobiliaria qatarí.

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