LOGROÑO, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Partido Riojano, Miguel González de Legarra, ha visto hoy un "caos intencionado" en el Hospital San Pedro, donde "las Urgencias se llevan la palma de estar al límite", que busca el "beneficio de empresas amigas" de los responsables del Partido Popular.
Legarra ha ofrecido una rueda de prensa para "sumarse" a las denuncias de saturación de los sindicatos sanitarios y considerar "sencillamente escandaloso" que haya esperas en Urgencias o ingresos "de ancianos en Maternidad".
La responsabilidad directa, ha dicho, cae "en los dirigentes políticos" y ha nombrado, en concreto, al consejero de Salud, Jose Ignacio Nieto, y a la gerente del Servicio de Salud, María Luz de los Mártires; "que se están salvando gracias a la profesionalidad de los trabajadores", ha añadido.
Ha relatado cómo ayer, en un clima de saturación que dieron a conocer los sindicatos sanitarios, la gerente llegó a tomar la decisión de trasladar pacientes al hospital privado Virgen del Carmen de Calahorra. "Al menos a cuatro que conozcamos", ha señalado.
"Solo cuando la situación llegó al límite por la negativa de estos pacientes y sus familias a ser trasladados a Calahorra el Gobierno se sintió obligado a abrir la cuarta planta del San Pedro", ha indicado.
A su juicio, es "alarmante" que a las nueve de la noche se llame a las enfermeras y a los auxiliares para ofrecerles un contrato temporal y que empiecen a trabajar a las once de la noche para, así, poder abrir esa cuarta planta.
Para Legarra "es insostenible que se trabaje con improvisación". En su opinión, lo "escandaloso" es que "el caos de la Sanidad pública es intencionado" para "justificar los contratos millonarios con las empresas privadas".
"Están trabajando" desde el Gobierno riojano y el Partido Popular, así como desde la gerencia del SERIS ,"para que cuanto peor le vaya a la Sanidad pública mejor le irá a sus amigos de las empresas privadas", ha dicho.
Así, están "saturados" los servicios mientras el Hospital Fundación de Calahorra tiene "veinte camas cerradas" y el Hospital de La Rioja está "al ochenta por ciento de su capacidad".
