Actualizado 07/12/2010 09:00

Una victoria electoral del Gobierno podría provocar nuevas revueltas

Elecciones en Haití
KENA BETANCUR / REUTERS


PUERTO PRÍNCIPE, 7 Dic. (Reuters/EP) -

El Consejo Provisional Electoral (CPE) de Haití ha advertido al presidente saliente, René Preval, de que podrían producirse nuevas revueltas en el caso de que el candidato de su partido a las elecciones del pasado 28 de noviembre, Justine Celestine, sea el ganador de los comicios o uno de los aspirantes que se enfrentarán en una segunda vuelta el próximo 16 de enero.

Las autoridades electorales divulgarán los resultados definitivos de estas votaciones este martes, cuando se conocerá al vencedor de los mismos o, en caso de que ningún candidato supere el 50 por ciento de los votos, los dos aspirantes que deberán enfrentarse a principios de año en un balotaje.

En cualquier caso, la publicación de estas cifras podría reavivar las protestas que se sucedieron durante la jornada electoral después de que 12 de los 18 candidatos denunciaran un fraude al considerar que el CPE y Preval habían acordado la victoria de Celestine para garantizar la continuidad de su formación, INITE, en el poder.

Por su parte, el candidato y músico Michel Martelly, conocido como "Sweet Micky", quien se sumó a las denuncias de fraude electoral, adelantó que no aceptará un resultado en el que el candidato oficialista obtenga la victoria o pase a la siguiente fase. "Si la segunda vuelta es entre Celestine y yo, protestaremos", advirtió.

No obstante, las encuestas prevén un balotaje protagonizado por Martelly y la ex primera dama Mirlande Manigat, a quienes INITE ha acusado de intentar dar un golpe de Estado a través de la impugnación de unos resultados que podrían convertir a Celestine en el próximo presidente haitiano.

En este contexto, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha instado a los partidos políticos, a sus candidatos y a sus seguidores a respetar la ley y evitar la violencia, ya que una nueva ronda de revueltas solo dificultaría la lucha contra el brote de cólera que azota al país y que ya se ha cobrado la vida de al menos 2.000 personas.