Actualizado 06/04/2011 19:34

México calcula que en 7 años se reducirá la violencia del narcotráfico

Violencia en Ciudad Juárez
TOMAS BRAVO / REUTERS

MÉXICO DF, 6 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Felipe Calderón calcula que en unos siete años podría comenzar a reducirse los niveles de violencia, gracias a la lucha contra los cárteles de la droga y a la labor de los militares desplegados en las zonas más conflictivas, especialmente, cerca de la frontera con Estados Unidos.

México es actualmente escenario de una brutal guerra entre los cárteles del narcotráfico por el control de la ruta de la droga que es vendida en Estados Unidos, principal consumidor de cocaína en el mundo. Se estima que en los más de cuatro años de Gobierno de Calderón unas 36.000 personas han sido asesinadas en hechos relacionados con el crimen organizado.

El titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Genaro García Luna, ha asegurado que las estrategias contra el crimen organizado "avanzan más rápido" porque ahora existe una "buena capacidad de reacción" en la lucha contra la criminalidad.

"En unos siete años comenzará una tendencia a la baja de la violencia, en por lo menos ese tiempo", ha afirmado García Luna en una entrevista al periodista Carlos Loret de Mola en la XXVIII Conferencia Internacional para el Control de las Drogas (IDEC).

García Luna no descarta que en tres años retiren la cuestionada presencia militar en las calles de algunas ciudades y su labor sea asumida por la Policía Federal, que ahora cuenta con 35.000 oficiales.

LOS MÁS PELIGROSOS

La lista de los capos más peligrosos de México la encabezan actualmente Heriberto Lazcano, alias 'El Lazca', líder del cártel Los Zetas; Miguel Treviño Morales, conocido como 'El Z-40'; y "por supuesto" Ismael 'El Mayo' Zambada y Joaquín 'El Chapo' Guzmán, éste último considerado por la revista 'Forbes' como uno de los hombres más ricos del mundo con un capital superior a los mil millones de dólares (697 millones de euros).

García Luna ha reiterado que el Gobierno de Calderón no hará ningún tipo de pactos con la delincuencia organizada y que mantendrá su estrategia para desarticular los cárteles de la droga y capturar a sus líderes, algunos de ellos solicitados por Estados Unidos.