El centro social transfeminista La Pluma toma Barbieri 5 “contra la mercantilización del Orgullo en Chueca”

Publicado: lunes, 25 junio 2018 10:00

Se niegan "al uso de la bandera de la comunidad LGTB para promover procesos de gentrificación, encarecer los precios y echar a las clases populares"

MADRID, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Pluma, el definido como centro social autogestionado transfeminista, ha tomado un edificio en el número 5 de la calle Barbieri para denunciar "el capitalismo rosa", en concreto "la mercantilización del Orgullo en el barrio de Chueca".

La okupación llega a pocos días de que comience el Orgullo. En su manifiesto, colgado en su cuenta de Twitter (@CSOTLaPluma), el centro social se presenta como un punto "de convergencia que pretende contraprogramar al Orgullo oficial con un discurso anticapitalista, antirracista y transfeminista".

"La Pluma es un lugar donde encontrarnos, donde celebrar nuestro orgullo y desde el que seguir gritando que nuestras disidencias sexuales y de género son armas de guerra contra el cisheteropatriarcado", explica.

"La Pluma es una reivindicación de lo que somos, de lo que el sistema no soporta. Porque nuestras plumas locas, camioneras, bujarras, travestis, no binarias, molestan a quienes quieren asimilarse a un modelo de vida y consumo que establece como norma al sujeto cisgenero y heterosexual. Nuestra pluma no cabe en un orgullo pensado para el beneficio de empresas y multinacionales LGTB-friendly", destacan.

Desde La Pluma se niegan "al uso de la bandera de la comunidad LGTB para promover procesos de gentrificación, encarecer los precios y echar a las clases populares de los barrios del centro de Madrid, creando un modelo de ciudad pensado para turistas y ricos".

La Pluma defiende "la libertad y los derechos de la disidencia sexual pero también la lucha antirracista contra los CIEs y el cierre de fronteras, y contra estados genocidas y represores". "Nuestra pluma no acepta el uso durante estos días del discurso pro-derechos LGTB como cortina de humo que invisibiliza desde la ocupación Israelí hasta la represión en el propio Estado Español", añaden.

También gritan contra "la precariedad laboral y por una vivienda digna como derecho fundamental" y es "feminista, está en contra de las violencias jurídicas, físicas y simbólicas contra las mujeres y la misoginia". Y, por supuesto, defiende los derechos legales y médicos de las personas trans, contra la estigmatización de las personas seropositivas y por la prevención del VIH".

"Por eso La Pluma es transfeminista porque nuestra lucha son muchas luchas, porque creemos en un mundo donde quepan muchos mundos", termina el manifiesto.