Detenidos 18 miembros de una mafia georgiana por decenas de robos en viviendas en Madrid

Dancausa supervisa los objetos y armas intervenidos
DELEGACIÓN DEL GOBIERNO
Actualizado: martes, 28 junio 2016 12:06

Estaban dirigidos por un jefe que cumple condena en una cárcel turca y que supervisaba desde prisión sus actividades

MADRID, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Policía Nacional ha desarticulados dos células de una organización mafiosa georgiana, conocida como 'Kanonieri Kurdi', que se ha saldado con la detención de 18 miembros y cinco colaboradores de nacionalidad extranjera a los que se le atribuyen decenas de robos con fuerza en viviendas de Madrid.

Así lo ha trasladado a los medios de comunicación la Delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, el Jefe Superior de Policía de Madrid, Alfonso José Fernández, y el responsable de la Brigada de Policía Judicial, José Luis Conde, en rueda de prensa.

Esta operación denominada 'Domus Almenara' ha concluido con la operación de 18 miembros y cinco colaboradores. Todos son de nacionalidad extranjera, 16 son de Georgia y el resto de Rusia, Ucrania, Paquistán, Bolivia, Lituania, Brasil y Rumania.

Los detenidos estaban dirigidos por un jefe denominado 'Ladrón de Ley' que cumple condena en una prisión turca desde hace ocho años y que desde allí daba las ordenes y supervisaba las actividades delictivas del clan. Esta organización iba variando los componentes de la misma cuando tenían sospecha de que la Policía les había detectado.

Algunos de las personas que incorporaban la banda tenían la función de "ir a sembrar" con el fin de cometer el delito más rápidamente. Al detectarse un domicilio marcaban con un trozo de plástico que en caso de entrar el dueño caía.

Las puertas de las viviendas las abrían expertos en la técnica del "ganzuado", conocidos por los miembros de la banda como 'manos de oro' por la facilidad para abrir las puertas.

El 'modus operandi' del clan era la distribución en grupos de 2 o 4 personas que se repartían la ejecución material del robo y las tareas de vigilancia de la zona. Accedían a los portales mediante la técnica del resbalón.

Una vez que estaban en el interior del bloque, uno de ellos subía a las plantas intermedias mientras el otro llamaba a los pisos desde el portero automático para verificar si estaban vacíos y comunicárselo a sus compinches vía móvil.

Tras los robos salían rápidamente en transporte público o si tenían botín suficiente lo hacían en taxi.

Una de las principales características de estas bandas es su "desenfrenada actividad". "Cada grupo cometía al menos 14 robos a la semana, de forma indiscriminada. De ellos más de 40 delitos se han recuperado algunos de los objetos robados", ha señalado la delegada.

Esta banda centraba su objetivo en cualquier vivienda a la que pudieran acceder de forma "fácil y rápida" con el objetivo de conseguir dinero, joyas y dispositivos electrónicos de pequeño tamaño que pudieran "dar salida de forma inmediata".

Parte de los beneficios que obtenían los aportaban a la 'obshchak' o 'caja común' donde centraliza el producto de sus actividades ilícitas para su reparto a los responsable de la organización que se encontraban fuera de España. Un mando intermedio les controlaba y obligaba con violencia a mejorar el rendimiento. Otra parte del dinero obtenido lo destinaban a costear su adicción a las drogas, especialmente a la heroína pinchada.

Los miembros de la banda malvivían en habitaciones de pisos alquilados por otras personas, generalmente mujeres de origen georgiano o ruso.

A este tipo de bandas en Italia le son aplicadas las 'leyes antimafia' pero en España para que un grupo sea condenado por grupo organizado criminal se requieren una serie de hechos que exceden del número de componentes de dichas organizaciones.