MADRID, 31 May. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid no llevará a cabo el próximo curso escolar 2016-2017 el cambio de calendario según el cual los alumnos que cursen la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y el Bachillerato realizarían los exámenes extraordinarios en junio y julio, a la finalización del curso lectivo, en lugar de en el mes de septiembre.
Según han informado fuentes de la Consejería a Europa Press, el cambio de exámenes extraordinarios de septiembre a junio se trata de "un debate con la comunidad educativa sobre un nuevo calendario escolar" por lo que el objetivo es "seguir trabajando y abogando por el diálogo para lograr una propuesta que cuente con el máximo consenso".
La Consejería había realizado uno de los borradores del nuevo calendario escolar en el que, con un mínimo de 175 días lectivos, las clases de repaso, pruebas extraordinarias y evaluación final de ESO y Bachillerato se realizarían del 22 de junio al 7 de julio. Para otros cursos, estos exámenes se ceñirían al mes de junio.
Esta propuesta de calendario escolar llegará al Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid "dentro de pocos días", según ha informado la FAPA Giner de los Ríos, a favor de dicha modificación de calendario.
Tal y como ha manifestado la FAPA, este calendario les fue presentado en la última reunión de la Mesa de Padres y Madres, donde el consejero de Educación, Rafael Van Grieken, entregó las propuestas para el curso 2016-2017 y para el 2017-2018.
FAPA Giner de los Ríos asegura que a partir del próximo curso escolar, que ya no se iniciaría con exámenes en septiembre, permitiría empezar antes las clases y acabar los exámenes extraordinarios en el mes de junio. "De esta manera, los meses de julio y agosto serían de vacaciones reales para todo el mundo", afirman.
Para FAPA Giner de los Ríos, el cambio supondría que "desde la finalización de los exámenes ordinarios de junio, en los centros educativos se realizarían clases de apoyo y repaso para todo el alumnado que debiera enfrentarse al examen extraordinario".
Por otra parte, FAPA Giner de los Ríos señala que si esta actividad aumentase de forma global las horas de trabajo de las plantillas de centros educativos, "al menos en el primer curso que se realice el cambio", lo adecuado sería que dichas plantillas aumentasen para evitar que ese incremento tenga que ser absorbido por el profesorado actual.
