Livinio Stuyck se enfrenta a fuertes sanciones económicas si no abandona la vivienda de la Fábrica de Tapices

Publicado: martes, 28 marzo 2017 16:44

MADRID, 28 Mar. (EUROPA PRESS) -

El último dueño de la Real Fábrica de Tapices, Livinio Stuyck, se enfrentará a una multa que oscila entre los 70.000 y 75.000 euros por cada ocho días en los que permanezca en la vivienda ubicada en las dos últimas plantas del edificio y las administraciones esperan que ello ayude a que pueda abandonar el inmueble de forma amistosa.

Así lo ha explicado el actual gerente de la Real Fábrica de Tapices, Alejandro Klecker, a los medios de comunicación tras el requerimiento que ha realizado este martes el Ministerio de Educación y Cultura (titular del edificio) a Stuyck para que abandone el inmueble, algo a lo que éste se ha negado.

Klecker ha explicado que este martes se ha instado al antiguo propietario a que abandone la vivienda en un proceso que ha calificado como "desalojo administrativo" y que ahora se abrirá una vía judicial para tratar de que se lleve a cabo el desalojo.

El gerente de la Real Fábrica de Tapices ha indicado que ahora se cursará una multa del 5 por ciento del valor catastral medio de la zona (Retiro) cada ocho días en los que decida continuar en el inmueble. En este sentido, ha apuntado a que la cantidad puede alcanzar entre 70.000 y 75.000 euros, aunque la cifra exacta se deberá fijar mediante una tasación.

Klecker ha insistido en que Stuyck ha ocupado la vivienda desde hace 20 años y que tiene que desalojarla porque "no le asiste ningún título" para que pueda residir en este edificio público. Tras no alcanzarse acuerdo en la reunión de este martes, donde el último propietario de la Real Fábrica de Tapices se ha negado a entregar las llaves, se abre un proceso judicial.

El actual gerente ha asegurado que se revisó la documentación y que se ha confirmado que no existe ningún tipo de contrato de alquiler que valide la presencia de Stuyck en la vivienda, por lo que se iniciaron conversaciones amistosas con él para tratar que abandonara el inmueble.

Klecker ha recalcado que el inmueble de la Real Fábrica de Tapices no puede tener un inquilino sin relación contractual y que hay planes de reformar las instancias donde se ubica la vivienda para acoger proyectos "serios" como una escuela taller, una zona de restauración textil y una sala de exposición temporal para mostrar los 4.000 cartones y dibujos propiedad del Estado.

El actual gerente sostiene que no hay ningún pago de luz, agua o contribución de Stuyck, frente a lo que él sostiene, y que en 2002 cesó la relación laboral entre la entidad y el antiguo propietario. También ha subrayado que no cuenta con ningún tipo de propiedad, pues los bienes pertenecen al Estado.

ORIGEN DE LA POLÉMICA

El último dueño privado de la Real Fábrica de Tapices, fundada por Felipe V, lleva dos décadas ocupando, según las administraciones, los casi 700 metros de los pisos superiores de la antigua manufactura, que hoy es un edificio protegido como Bien de Interés Cultural y propiedad del Estado, desde que renunció a su negocio, al borde de la quiebra y con 236 millones de pesetas de deudas, y éste pasó a manos públicas.

La entonces responsable del Ministerio, Esperanza Aguirre, orquestó a finales de 1996 el traspasó de la Real Fábrica de Tapices a una fundación creada a tal fin, y cuya inscripción apareció en el BOE el 24 de enero de 1997, según recoge una información de eldiario.es.

El Ministerio, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital destinaron entonces a la operación 300 millones de pesetas. Además, la fundación Caja Madrid aportó otros 100 millones de pesetas.

En el "rescate" e inscripción de la nueva fundación no aparece ninguna evidencia de que Livinio Stuyck pudiese residir en el inmueble, propiedad del Estado desde su construcción en 1889.