MADRID, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Madrid ha saludado este lunes la decisión del Consistorio de denegar la demolición de Peironcely 10, la casa fotografiada por Robert Capa durante la Guerra Civil, pero han recordado que se acordó la protección de la vivienda y el realojo de las familias.
Fue la edil socialista Mar Espinar quien llevó a Cibeles una proposición sobre Peironcely 10 con el objetivo de que fuera protegida por el Ayuntamiento. Se aprobó por unanimidad que la casa fuese incluida en el catálogo de Bienes y Elementos Protegidos del Consistorio, que contribuirá a su vez a mejorar las infraviviendas de este número.
Esta iniciativa también incluye realizar las acciones necesarias para mejorar las condiciones de habitabilidad del inmueble y mejorar así la calidad de vida de los vecinos, unas actuaciones que actualmente "se encuentran en estudio".
Espinar considera buena la denegación del derribo "si sirve para ganar tiempo y solucionar tanto el problema de las viviendas (realojos) como el de la conservación del patrimonio".
Además, la edil socialista ha recordado en declaraciones a Europa Press que el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, aseguró en el pleno del pasado mes de julio que se buscaría "una protección específica mediante una modificación puntual de plan" y que se debería resolver "ese problema de vivienda o de infravivienda".
"No podemos dar ningún paso sin tener claro cómo se van a producir esos realojos, en qué condiciones y de acuerdo con las personas y con las familias afectadas", indicó en aquel momento Calvo.
Vecinos de Peironcely 10 alertaron el pasado viernes que Luis Santiago Barrena, el propietario del inmueble derribaría el edificio entre octubre y diciembre. La plataforma #SalvaPeironcely10 aseguró que el dueño de esta vivienda vallecana tapó con yeso esa misma jornada las marcas de la metralla que quedaban en la fachada del edificio.
Según señalaron los vecinos, el dueño de las viviendas les confirmó que a finales de octubre comenzaría la demolición parcial del inmueble. "En total 21 adultos y 13 niños, que oscilan entre los 2 y los 17 años, pasarán las navidades a la intemperie por la repentina decisión del dueño mayoritario del edificio", criticó entonces esta plataforma.
