Los vecinos de Ópera-Austrias piden badenes en la calle Mayor y un plan de movilidad en todo el barrio

Calle del centro de Madrid
EP/AYUNTAMIENTO DE MADRID
Actualizado: domingo, 6 febrero 2011 11:00

También quieren que se recuperen las concesiones de los aparcamientos de plaza Mayor y Ópera para hacerlos de residentes

MADRID, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Asociación de Vecinos Ópera-Austrias ha pedido al Ayuntamiento de Madrid que instale 'guardias dormidos' a lo largo de la calle Mayor para obligar a los vehículos a que circulen a un máximo de 30 kilómetros por hora, así como un plan de movilidad para todo el barrio, similar al que se aplica durante las Navidades, para limitar el acceso de vehículos al centro de la capital.

José Ramos, portavoz de la asociación, ha explicado a Europa Press que trasladaron estas reclamaciones al delegado de Seguridad y Movilidad, Pedro Calvo, durante una reunión mantenida esta última semana.

"Hemos pedido limitar a 30 km/h la velocidad en la calle Mayor, algo que nos han dicho que harán, y que pongan badenes porque los vecinos tienen medio de que algún niño acabe siendo atropellado, como ha sucedido hace poco en Alcobendas", ha señalado.

Esta medida se suma a la petición de un plan de movilidad general para la zona, similar al que se aplica durante las fiestas navideñas, cuando el acceso al centro para vehículos que no son de residentes se limita, especialmente a partir del momento en que se llenan los aparcamientos de la almendra central.

"Queremos que se restrinja el tráfico privado, manteniendo el transporte público y de residentes, ya que tras las continuas peatonalizaciones en los alrededores de Ópera, Callao, Arenal, Sol, Ramales, Preciados, Jacometrezo... cada día es más difícil el acceso y la movilidad en coche para los vecinos, situación que se complicará aún más cuando se abra próximamente la plaza de Ópera", ha indicado Ramos.

PLAN DE MOVILIDAD

Para la Asociación de Vecinos Ópera-Austrias, este plan debería fomentar el acceso turístico al centro histórico mediante el uso del transporte público, fomentar el turismo peatonal en esta zona, cuya pequeña extensión permite su fácil recorrido a pie; reducir el volumen de tráfico ya que "se trata de una zona que actualmente se encuentra saturada y con amplios problemas de ruido y contaminación".

Además, se sugiere mantener el acceso libre para el transporte público y los residentes, quienes "cada día tienen más problemas para acceder a sus propios domicilios aunque representan un volumen de tráfico que no supone ningún empeoramiento ante los problemas de atascos, ruidos y contaminación actualmente existentes".

"Estamos desesperados, porque han ido cortando accesos al barrio y los vecinos casi no pueden entrar ni salir. Los fines de semana, que el centro se masifica y es un caos, y la Policía desparece, acaba ocurriendo que la gente se cuela por todos lados, aparcan en calles prohibidas... y al final hay un agravio comparativo con los vecinos", ha apuntado el portavoz vecinal, añadiendo que la nueva plaza de Ópera, cerrada incluso al tráfico de residentes, va a convertirse en "una frontera" entre las dos zonas del barrio.

De hecho, según Ramos "las actuales restricciones parciales al tráfico privado no impiden que la calle Mayor siga siendo ampliamente utilizada como un eje de circulación este-oeste, lo que redunda en una continua fuente de ruido y contaminación que ocasiona un detrimento de la calidad de vida tanto de los residentes como de los visitantes".

Por ello, para los afectados la conclusión es que "hay que restringir el tráfico privado en esta zona, no eliminarlo sino racionalizarlo, como se hace en Navidad con los planes especiales", una petición que, sin embargo, el Consistorio no se ha comprometido a aplicar al menos de forma inmediata por los costes que supondrían la instalación de todos los equipos de videovigilancia que necesita un Área de Prioridad Residencial (APR), según el relato de los vecinos.

PROBLEMAS DE APARCAMIENTO

Además de la movilidad por el barrio, los residentes en la zona también se quejan de los muchos problemas de aparcamiento que padecen. Por una parte, aseguran que el Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) está "muy fragmentado" por lo que "un vecino puede aparcar en un lado de su calle pero no en el otro, porque ya pertenece a otra zona".

Por ello, quieren que el Consistorio recupere las concesiones de algunos aparcamientos municipales que hay en la almendra central y los convierta en parkings de residentes. "El número de plazas de aparcamiento en superficie se reduce continuamente con nuevas peatonalizaciones, cargas y descargas, etc. por lo que se podría aprovechar parte de las plazas de los estacionamientos de Plaza Mayor, Descalzas, Plaza de Oriente, Santo Domingo... para los residentes", sugieren.

Además, se ofrecen a financiar con la compra de las plazas el coste de la operación de recuperación de la concesión, y afirman que "esta medida redundarían en menos coches aparcados en la superficie y un mayor espacio para los peatones" y "ayudaría a dar un impulso definitivo a la recuperación del carácter residencial de la zona".

Sin embargo, "también en este caso (el Consistorio) dice que no hay dinero, aunque puede ser un plan a medio-largo plazo", ha puntualizado Ramos, que también ha exigido una mayor presencia policial durante los fines de semana para controlar los atascos que se forman cuando los estacionamientos se llenan. "Se colapsan las calles, los coches pitan y es un caos...", ha descrito, asegurando además que se permite a estos vehículos "aparcar en cualquier sitio".

AUTOBUSES TURÍSTICOS

Otro de los problemas de los que se quejan los vecinos es del paso de los autobuses turísticos municipales. Aunque no piden que desaparezcan, sí reclaman al Ejecutivo local que haga más racional algunos de sus recorridos.

"Hay un exceso de paradas en algunas zonas, como la calle Mayor, donde tienen dos paradas a menos de 150 metros y provocan colapsos de uno de los dos carriles de la calle y muchos problemas de ruidos y humos a los vecinos mientras los vehículos están parados", ha señalado el portavoz vecinal, que augura un empeoramiento de la situación cuando se abra Ópera.

Por ello, han pedido al Ayuntamiento que retire una de las paradas, aprovechando que ahora el servicio lo presta la EMT y antes de que vuelva a adjudicarse a alguna empresa privada. También reclaman un mayor control de los autobuses privados de visitas turísticas organizadas, que paran en la calle Mayor durante largos periodos "y siempre con el motor en marcha" mientras esperan que sus clientes visiten la zona.

Para ellos, han propuesto que se les permita aparcar en el estacionamiento de la Plaza de Oriente, que está preparado con una zona para vehículos de gran capacidad. "Hemos reunido muchas firmas de vecinos de la zona para que controlen ese infierno que se produce todos los fines de semana", ha concluido Ramos.

"Este tipo de medidas ya se ha llevado a cabo con éxito en otras zonas de la ciudad de similares características, como el barrio de Las Letras, y creemos que sería necesaria su aplicación en la zona de nuestro ámbito de actuación", ha concluido, apuntando que este lunes mantendrán una nueva reunión, esta vez con el conejal-presidente de Centro, Enrique Núñez, con quien tratarán éstos y otros problemas del barrio.