MADRID, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
Una de las víctimas de la mujer de nacionalidad ecuatoriana acusada de narcotizar a sus ligues para desvalijar sus casas ha asegurado en el juicio que ésta le incitó a beber de forma extraña la copa de alcohol que ella misma había preparado en la cocina de su domicilio.
"Estábamos en el salón. Ella misma se ofreció a ponerme una copa. Me lo ponía insistentemente en la boca y yo le decía: si no tenemos prisa", ha manifestado uno de los hombres que sufrió el método del 'Beso del Sueño', pero que logró sobrevivir gracias a la rápida actuación de los servicios médicos.
Verónica Elisabeth P.M, de 35 años, se enfrenta a 33 años de cárcel por un delito de homicidio, otro en grado de tentativa y robo con fuerza. A la mujer se le relaciona con la muerte de otro individuo, Jesús C., por lo que la Fiscalía de Madrid tiene previsto reabrir este caso ante el hallazgo de nuevas pruebas incriminatorias.
Su 'modus operandi' consistía en entablar conversación con hombres adultos en locales de ambiente. Irse a sus domicilios, donde les disolvía en la copa de alcohol clonazepam y doximalina. Una de las víctimas, Juan G.R., falleció por parada cardiorrespiratoria.
En la sesión de esta mañana, una de las víctimas de la procesada ha relatado que el 1 de mayo de 2009 acudió a una discoteca madrileña para tomar unas copas. "Una mujer se acercó a la barra y se puso hablar conmigo. Y decidimos irnos a mi casa", ha contado el testigo, quien quedó completamente dormido tras ingerir la copa de alcohol que ésta le había preparado en la cocina.
Según ha indicado, no falleció gracias al tratamiento médico que recibió, ya que cuando le encontraron los servicios sanitarios sufría una severa crisis cardiaca y respiratoria.
SIN INTENCIÓN DE MATAR
La pasada semana, la mujer reconoció durante su declaración que empleaba el método del 'Beso del Sueño' para robar a sus víctimas en sus domicilios, si bien aseguró que "nunca" tuvo intención de matar a ninguna de ellas.
"Eran pastillas simplemente para dormir", manifestó la procesada con semblante tranquilo y fría en sus respuestas. Así, relató que engatusaba en locales de ambiente a hombres mayores para mantener relaciones, haciéndose pasar por prostituta. En sus domicilios, disolvía en las copas clonacepam y doximalina para dormirles, procediendo a robar objetos de valor.
La acusada no tuvo más remedio que reconocer de forma parcial los hechos, puesto que las cámaras de vigilancia instaladas en casa de una de sus víctimas captó su imagen. Durante el visionado del vídeo, la mujer ha reconocido ser la persona que aparece en las imágenes grabadas.
Durante su declaración, la procesada contó que preparaba bolsitas con clonacepam y dormidina para consumo propio con la idea de contrarrestar los nervios que le ocasionaba el consumo de cocaína. Según su relato, estos preparados se los suministraba a hombres para robarles en sus domicilios cuando accedían a mantener encuentros sexuales.
"Mi intención no fue nunca matarlos. Era sólo robar", subrayó la acusada, quien indicó que no era consciente de que estos preparados podrían causar la muerte porque ella los consumía. Además, ha asegurado que no supo que una de sus víctimas murió hasta días más tarde.
Frente a su versión, una de la amigas de la procesada reveló al tribunal que ésta le confesó que sospechaba de que uno de los hombres podría haber muerto por una sobredosis. Según la testigo, ésta le ofreció participar del negocio y le comentó que había narcotizado a cerca de cincuenta hombres empleando el método del 'beso del Sueño'.
