MADRID, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -
El precio medio del vehículo usado aumentó ligeramente en 2016, al crecer un 1,5% respecto al año anterior y situarse en los 14.160 euros, de acuerdo con el 'Observatorio europeo de precios' de AutoScout24.
Así, el precio de este tipo de vehículos en España empieza a recuperar sus niveles habituales tras desplomarse en 2008, cuando los valores residuales cayeron del orden de 3.000 euros, según la plataforma online de automoción.
Este incremento se debió, principalmente, al fin del Plan PIVE, que impulsó el precio de los coches de segunda mano al término de 2016, al recuperar los vehículos seminuevos la rebaja para conservar su atractivo frente a un coche nuevo incentivado.
De hecho, durante el primer semestre, hacerse con un vehículo de ocasión salía por unos 13.700 euros de media, pero a partir de agosto, sin las ayudas, el desembolso medio superaba ampliamente los 14.100 euros.
Además, la extinción del PIVE generó un aumento de la oferta de coches de más de diez años, que vuelven al mercado en lugar de achatarrarse.
Teniendo en cuenta que en España las ventas están polarizadas entre los seminuevos y los mileuristas, que representan el 55% del total, la presión de la demanda sobre los coches más antiguos también provocó una inflación en el precio de los modelos más veteranos, según AutoScout24.
Por otra parte, la recuperación del stock procedente de flotas neutralizó el efecto del fin del Plan PIVE. En 2015, no había suficiente oferta de vehículos de ocasión procedente del renting para atender la demanda, algo que presionaba al alza el precio, mientras que el pasado año la situación se fue equilibrando, lo que explica que se estabilizara el valor de estos modelos, considerados los más atractivos por su relación juventud/calidad/precio.
"Aunque el PIVE no apoya el usado, sí tiene un impacto directo sobre su comportamiento y en este caso, lo ha dejado también al borde de la deseada estabilidad en precio", apunta el director general de AutoScout24, Gerardo Cabañas.
Por comunidades, Aragón, Baleares, Extremadura, País Vasco y la Comunidad de Madrid, que cerró con un significativo descenso del 6,7%, cerraron en negativo la evolución de sus precios medios en 2016.
Por el contrario, las regiones que mejor se comportaron fueron Canarias, Murcia y Cantabria, con un alza del 9,8% cada una, seguidas de Castilla-La Mancha, con un incremento del 7% en 2016.
