MURCIA, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -
El municipio de Murcia contará con un censo de viviendas que permita a la Administración local y a las ONGs poder actuar ante aquellas familias que se encuentren en riesgo muy alto o alto, que ascienden actualmente a 7.000, principalmente, y a las 11.000 que hay con riesgo medio, ya que ello permitirá actuar con carácter previo a la interrupción del suministro.
Igualmente, se creará un fondo social para poder poner en marcha ayudas que permitan luchar contra la pobreza energética y que no solo consista en que las compañías aporten financiación, sino también donaciones.
Así lo ha anunciado este jueves en rueda de prensa la concejal de Derechos Sociales de Murcia, Conchita Ruiz, quien ha explicado que son medidas que se recogen en el Plan de pobreza energética que diseña el Consistorio, con la coordinación y ayuda del Gobierno regional, además de los trabajadores sociales del Ayuntamiento y las ONGs Cruz Roja, Cepaim y Cáritas.
Este plan, que se encuentra en fase de borrador, es pionero a nivel nacional, ha destacado Ruiz, quien ha resaltado la importancia de las medidas preventivas y correctivas del mismo elaboradas por la Red para la Inclusión Social y la Concejalía de Derechos Sociales, dado que "permiten luchar contra la pobreza energética: en el precio de los recibos, la renta familiar y las condiciones de la vivienda".
El objetivo, ha adelantado, es que una vez se concluya el periodo de alegaciones y propuestas y se lleve al Pleno de finales de marzo, pueda estar aprobado en primavera.
Lo que se pretende, según ha puntualizado el jefe de Servicios Sociales del Consistorio, Andrés Duarte, es que el Ayuntamiento pueda acceder a la información que tienen las compañías sobre aquellas familias que tienen deudas o presentan dificultades. Con la creación de dicho censo, en el que también colaborarán las ONGs, el Consistorio podrá identificar a aquellas personas que tienen problemas de pobreza energética.
En este sentido, han tendido la mano a las empresas suministradoras que actúan en el municipio para constituir un fondo destinado a financiar algunas de las actuaciones o para donaciones.
Aunque Ruiz reconoce que el Plan "no contempla propuestas ideales pero de difícil o imposible cumplimiento, sino que establece unas líneas coherentes y realistas de trabajo que permitan afrontar con eficacia la meta que nos hemos propuesto".
De ahí que el modelo creado se centra en el ámbito de actuación de la Administración local, con la colaboración de estas entidades sociales implicadas en la lucha contra la pobreza y la exclusión social, el resto de organizaciones vinculadas con el consumo y las propias empresas relacionadas con la producción, transporte, distribución y comercialización de energía en el municipio.
NOVEDADES
El plan, que se ha gestado sin utilizar otros modelos de otras ciudades, presenta medidas preventivas y correctivas y tiene la novedad de buscar la colaboración de las compañías para que, atendiendo a la responsabilidad social corporativa, creen un fondo social anual destinado a financiar medidas previstas en el plan.
Así como a la condonación directa de deudas tras la acreditación de los servicios sociales o al establecimiento de sistemas de tarifación asumibles para los consumidores.
Para dar respuesta a todas ellas, el plan conjuga medidas preventivas con otras correctivas, destinadas a la atención inmediata a quienes ya se encuentran en esa situación.
Medidas como el uso racional de la energía y optimización de los servicios contratados, así como las destinadas a la mejora de la eficiencia energética y el aislamiento térmico de las viviendas.
Serán intervenciones dirigidas a obtener un conocimiento detallado y actualizado de los hogares con pobreza energética, organizar campañas informativas sobre consumo eficiente, constituir un espacio técnico de coordinación de las actuaciones en materia de pobreza energética, crear un censo de viviendas con deficiencias energéticas y promover la responsabilidad social corporativa de las compañías.
El segundo bloque de medidas, las correctivas, se orientan a hacer frente a situaciones de urgencia mediante un sistema de ayudas, interviniendo en hogares con amenaza de corte de suministro, con pobreza energética o con deficiencias que inciden en el consumo de electricidad.
Entre estas medidas se encuentra el establecimiento de un registro de consumidores vulnerables y consumidores vulnerables severos, la puesta en marcha de un sistema ágil de comunicación con las empresas suministradoras para acreditar las situaciones de exclusión social y priorizar las ayudas de emergencia social para evitar el corte de suministro cuando haya afectados menores, dependientes, personas con discapacidad o enfermos crónicos.
Asimismo, se contempla promover un sistema de ayudas para pequeñas adaptaciones domésticas vinculadas al ahorro energético: grifos con menos caudal, bombillas led, eliminación de bañeras, aislamientos en ventanas, junto con la creación de un fondo destinado a financiar reformas integrales de viviendas de familias sin recursos que no puedan acceder a las convocatorias ordinarias de subvenciones por no poder aportar la parte correspondiente a la financiación que se les exige.
El borrador se remitirá ahora a la Red para la Inclusión, así como a asociaciones de consumidores, empresas suministradoras de energía, Aguas de Murcia, profesionales de servicios sociales y servicios municipales competentes (vivienda, urbanismo, Alem, consumo).
Hasta el 18 de febrero podrán presentar sus sugerencias y propuestas, que se incorporarán a un nuevo documento que, tras someterse a la Red, comenzará su tramitación para el Pleno. En principio, si se cumplen los plazos estimados Murcia dispondrá de su plan de lucha contra la pobreza energética en primavera.
Desde las ONGs Cruz Roja, Mercedes Navarro, y Ceoaim, Diego López, han destacado la importancia de dicho plan, ya que será eficaz para poder atajar el problema "global y que no haya familias que estén abocadas a que no tengan energía en sus viviendas
