Actualizado: jueves, 23 noviembre 2017 16:25

Últimamente se atienden "muchas mujeres de origen nigeriano víctimas de trata con deudas contraídas muy elevadas"

MURCIA, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -

En Murcia "hay mujeres y alguna niña en situación de explotación sexual y trata", según ha afirmado la coordinadora de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (APRAMP), Juana Manzanares, quien no ha querido facilitar edades de las víctimas, pero sí que ha advertido que se han registrado casos de menores de edad en la ciudad.

Manzanares ha hecho estas declaraciones a Europa Press poco antes de participar en el 'I Congreso Nacional sobre la Trata de Seres Humanos: La protección de las víctimas', que tiene lugar este jueves y viernes en el salón de Grados de la Facultad de Derecho de la Universidad de Murcia (UMU) y que reúne a expertos de todo el país especializados en este ámbito.

Este Congreso, organizado por la Plataforma de Acción Social de la UMU y el Vicerrectorado de Responsabilidad Social, Transparencia e Igualdad de esta institución docente, ha abordado temas como la respuesta del ordenamiento jurídico frente a la trata de seres humanos, el papel de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado o el contexto de la trata de seres humanos en Murcia.

El congreso, al que han asistido unas 140 personas, tiene entre otros objetivos "sensibilizar a la sociedad sobre estos temas tan importantes que implica millones de víctimas en todo el mundo" y dar una respuesta desde el ámbito universitario, según la vicerrectora de Responsabilidad Social, Transparencia e Igualdad de la UMU, María del Carmen López, acompañada por la coordinadora de la Plataforma de Acción Social de la UMU, Encarna Bas.

Manzanares, que ha participado en una mesa redonda sobre 'El contexto de la trata de seres humanos en la Región de Murcia', ha señalado que la realidad que hay detrás de cada mujer es "muy profundo y muy complicado" y que el perfil responde a muchas nacionalidades, aunque ha admitido que últimamente se atienden "muchas mujeres de origen nigeriano víctimas de trata con deudas contraídas muy elevadas".

"Si las mujeres deciden denunciar su situación, nosotros estamos al lado desde el primer momento garantizando su seguridad y que se cumplan todos sus derechos, pero también respetamos que una mujer no quiera hacerlo, ya que hay que respetar los tiempos de cada una de ellas, y las acompañamos y la atendemos de la misma manera", ha aseverado Manzanares.

SUBSAHARIANAS AMENAZADAS CON VUDÚ

El miembro de Algeciras Acoge, José Villahoz, ha señalado que su asociación se encarga de atender a personas inmigrantes, y en ese ámbito de actuación ha coincidido que algunas de las personas "eran también víctimas de trata". Debido a la localización geográfica de la asociación, en Algeciras, esta organización atiende sobre todo a inmigrantes que llegan a España de forma no regular desde África subsahariana, según Villahoz.

"No es lo mismo detectar posibles víctimas de trata que llevan en España meses o años que en personas recién llegadas que, además, están privadas de libertad en un centro de internamiento, que es más complicado", según Villahoz, quien precisa que a pesar de esta dificultad, en su asociación han detectado ya varios casos.

"Vienen ya explotadas desde el inicio como auténticas esclavas", según Villahoz, quien explica que estas mujeres "asumen unas deudas muy importantes" para llegar a Europa, así como amenazas contra sus familias. "Vemos que algunas de ellas lo tienen ya interiorizado como algo normal", según Villahoz, quien reconoce que también hay casos de coacción a través de métodos como el vudú, con el que se ven amenazadas permanentemente.

CATS INSTA A DIFERENCIAR DEL "TRABAJO SEXUAL"

El coordinador del Comité de Apoyo a las Trabajadoras del Sexo (CATS), Nacho Pardo, ha instado a diferenciar de forma obligatoria "el trabajo sexual de la trata de seres humanos", y pone como ejemplo que CATS contactó en 2016 a más de 1.700 personas en todo el sudeste peninsular (sur de Alicante, Este de Albacete, noreste de Almería y la Región de Murcia), detectando diez casos de trata.

"No se puede confundir una cosa con la otra, porque los recursos públicos que hay para la lucha contra la trata no se pueden diluir con personas que no están en situación de trata", según Pardo, quien insta a diferenciar no sólo el trabajo sexual de la trata de seres humanos con fines de explotación forzada, sino "otras muchas cosas".

Para diferencia entre una cosa y otra, Pardo explica que hay que tener en cuenta "la voluntariedad, las circunstancias y la coacción", de forma que una persona puede estar ejerciendo la prostitución y no estar en la trata, a pesar de que es un mundo "tan estigmatizado".

Las Hermanas Oblatas cuentan con un programa en Murcia que consiste en trabajar directamente con mujeres que están "en contextos de prostitución y que son víctimas de trata con fines de explotación sexual", según la representante del Programa de esta congregación religiosa, Ángeles López.

"Visitamos a las mujeres y les damos a conocer los recursos que existen en la Comunidad disponibles para ellas", ha señalado López. Si las mujeres deciden acogerse a estos recursos, las Hermanas Oblatas ofrecen una casa de acogida en la que pueden permanecer durante seis meses, así como un centro de día en el que se hace una atención integral de acompañamiento a la mujer, con atención social, psicológica o talleres para una formación prelaboral y una pequeña bolsa de trabajo.

NOVEDADES LEGISLATIVAS

Por su parte, la profesora titular de Derecho Penal de la Universidad de Almería, Fátima Pérez, ha abordado en su intervención la incorporación del delito de tratas de seres humanos por el legislador en 2010, "consciente de todas las dificultades que se habían suscitado en la práctica".

Asimismo, ha señalado que hay una modificación "interesantísima" por la ley orgánica de 2015 que "intenta paliar todas las deficiencias y pequeñas irregularidades técnicas que habían surgido en el precepto".

Y es que el delito "no estaba definido con exactitud y se confundía con otro fenómeno criminal muy similar que es el delito de inmigración clandestina, cuando sólo se habla de víctimas de nacionalidad extranjera y cuando alude a vulneración de normativa administrativa de la legislación sobre entrada y tránsito de extranjeros".

El delito de trata, según Pérez, "es indistinto y no requiere cruce de fronteras", sino que "se persigue la trata entre distintas ciudades dentro del territorio español, la trata doméstica o trata interna, y los comportamientos tipificados son mucho más severos, porque estamos hablando de una vulneración de derechos fundamentales".

Pérez ha señalado que, desde el año 2010, existe un precepto específico que aborda el problema de la trata nacional, aunque ha señalado que, generalmente, los acusados "pertenecen a redes o grupos organizados que se mueven en diferentes países".

Sin embargo, ha destacado que los tribunales españoles abordan cada vez más casos de trata doméstica. Las finalidades son la "explotación sexual, la laboral, la comisión de pequeños hurtos, la colaboración en falsificación de documentos, extracción de órganos y la modalidad de matrimonios forzados incorporada en 2005".

En España "se registran casos de las cinco modalidades", a pesar de que ha reconocido que el fenómeno más visible hasta ahora, en el 80 por ciento de los casos, es una finalidad de explotación sexual, "pero cada vez nos encontramos más víctimas que vienen engañadas a trabajar en el sector de la agricultura o la hostelería y que luego se dedican a otras condiciones totalmente degradante", ha lamentado.

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