La Fundación Trinitario Casanova imparte talleres de robótica a niños con autismo para mejorar sus habilidades sociales

Mecano niños Asteamur
FUNDACIÓN TRINITARIO CASANOVA
Actualizado: sábado, 22 julio 2017 8:35

MURCIA, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -

Un grupo de cuarenta niños de entre 5 y 13 años y con diferentes tipos y niveles de autismo, pertenecientes a la Asociación para personas con Trastorno del Espectro Autista de la Región de Murcia (Asteamur), han participado en cinco talleres de robótica que se han impartido dentro de las Escuelas de Verano que ha organizado la Asocición durante el mes de julio en el Cuartel de Artillería de Murcia y en el CEIP San Fulgencio de Pozo Estrecho (Cartagena).

La Fundación Trinitario Casanova ha sufragado el coste de estos talleres que ha impartido la Asociación 'Ed Robotic Games' con la finalidad de que los menores mejoren sus hablilidades sociales y comunicativas gracias a los ejercicios prácticos de construcción de vehículos a motor que son dirigidos mediante control remoto a través de tablets.

Durante los talleres, los participantes han interactuado entre ellos y han competido incluso en carreras con estos vehículos activados con pequeños dispositivos electrónicos.

Desde 'Ed Robotic Games' aseguran que estas dinámicas ayudan a los menores a poder seguir un conjunto de instrucciones y así ponen en marcha diferentes sistemas mecánicos a partir de construcciones en pequeño formato con piezas LEGO.

Los terapeutas de Asteamur han indicado que los niños y jóvenes con TEA que desarrollan ejercicios prácticos de robótica pueden mejorar sus niveles de comunicación y socialización, al mismo tiempo que se estimulan sus capacidades análiticas e intelectuales.

Los talleres de robótica educativa incluyen el seguimiento ordenado de una serie de pasos en grupo con todo tipo de alumnos, estudiantes con TEA o que no tengan autismo, algo que hace que el menor con autismo se abra e interactúe de manera fluida con el resto de compañeros, olvidándose de sus limitaciones comunicativas.

La disciplina de la robótica, en un nivel más avanzado, favorece que los pacientes con TEA incluso puedan imitar los movimientos y órdenes de robots articulados ya que diferentes estudios terapeúticos indican que éstos pueden enseñar a los niños a iniciar un saludo, esperar su turno para lanzar la pelota, mostrar la ruta hasta un objeto del interés de los chicos y realizar movimientos que luego serán copiados por los niños.