El calamar gigante de Pechón, nueva "estrella" del Museo Marítimo

Calamar gigante en el Museo Marítimo del Cantábrico
GOBIERNO

El ejemplar que apareció varado el año pasado, de 10 metros y 180 kilos, se exhibe en la planta baja del museo

SANTANDER, 26 Ago. (EUROPA PRESS) -

El calamar gigante que apareció varado en octubre del año pasado en la playa de la Arena, en Pechón, ha sido tratado y acondicionado para su exhibición en el Museo Marítimo del Cantábrico (MCC), donde se puede visitar desde este martes.

Se trata de una hembra joven, de algo más de un año de edad, de 10 metros de largo y 180 kilos de peso, que murió por causas naturales. Se muestra en una urna de cristal que contiene 850 litros de un líquido especial para su conservación, en un espacio del centro abierto (en el hall principal de la planta baja) para albergar a la que es ya una de "las grandes estrellas" del museo, junto con el esqueleto de ballena o la sardina de dos cabezas.

Este cefalópodo es una pieza "única" que marcará "un antes y un después" en el MMC, ya que es "un legado importante para las jóvenes generaciones, que podrán contemplar una pieza de un atractivo muy singular", según ha destacado el consejero de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno, Miguel Ángel Serna, con motivo de la presentación del calamar gigante, acto al que también han asistido los directores de Cultura y Turismo, Joaquín Solanas y Santiago Recio, respectivamente.

También ha asistido el director del Museo, Gerardo García Castrillo, quien ha explicado el proceso seguido desde que el animal apareció en el arena de Pechón, el 1 de octubre del año pasado, hasta su exhibición. En este proceso han participado un biólogo del museo, dos técnicos de laboratorio, otros dos de mantenimiento, becarios del centro museístico, y personal administrativo del museo y de la Consejería, y los trabajos han durado más de 220 horas.

Tras subrayar que esta nueva pieza contribuye a aumentar el valor turístico y patrimonial, García Castrillo ha detallado que lo primero que se hizo fue valorar la importancia científica y cultural de un ejemplar "de estas características", ya que nunca había aparecido un calamar gigante en las playas de Cantabria, aunque sí en Asturias.

Para ello, se trasladó el animal de la playa de Pechón al Museo, adonde llegó "un poco deteriorado" y en proceso de descomposición, por lo que hubo que actuar con rapidez para frenar dicho proceso. Así, se optó por congelarlo y guardarlo en una cámara frigorífica, pero no se hizo de forma directa, sino que se procedió a envolverlo primero, para que el frío no lo "atacara de golpe".

CONGELADO TRES MESES A -19 ºC

Así, el calamar permaneció congelado durante tres meses a 19 grados bajo cero, ha precisado García Castrillo, que ha indicado que en estas tareas, y con motivo del estudio biológico llevado a cabo, el personal del Museo Marítimo del Cantábrico contó con la colaboración y ayuda de Ángel Guerra, del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo, considerado "el mejor especialista en cefalópodos de España".

Paralelamente, se resolvieron problemas administrativos y se decidió que el ejemplar permaneciera en este centro museístico de Santander. A continuación, se realizaron estudios (sobre morfología o anatomía), trabajos de conservación (para mantener los tejidos y estructura del animal) y de catalogación y montaje (para su exposición y divulgación).

El estudio anatómico, dirigido por el veterinario del MMC, permitió confirmar que se trataba de una hembra joven que no se había reproducido y, también, que cuando murió tenía el estómago vacío.

Tras el vaciado del interior del calamar, se rellenó con lanas sintéticas, para mantener la estructura del cuerpo y para que "cogiera forma", ha apuntado García Castrillo. También se procedió a la reconstrucción del ojo, de la pupila y el iris, y a darle forma esférica. De igual modo, se trató la piel, que había perdido al ser muy fina y, también, al arrastrarse y quedar varado en la playa.

FORMOL Y ETANOL

El calamar fue introducido durante unos meses en una piscina de lona, llena de formol al 8%, que se sustituyó después por etanol al 70%. Al tiempo, se evaluaron los montajes de otros museos para albergar especies similares y se "copió" y "mejoró" uno de Luarca. Se trata de una caja -una especie de "ataúd"- de cuatro metros de largo y con dos puertas laterales.

Igualmente, se acondicionó una parte cerrada del MMC para exponer el nuevo ejemplar. Este nuevo área se caracteriza por su oscuridad, lo que dota de "misterio" al calamar, cuya exhibición se acompaña de paneles didácticos y de divulgación, de aspectos científicos, educativos y, también, gastronómicos, toda vez que las rabas se elaboran a partir de este animal.

Dentro de aproximadamente un mes, se aprovechará un día de cierre del museo para lavar de nuevo el calamar y el líquido actual que hay en la urna se sustituirá por el definitivo para su conservación.

CALAMAR

El calamar es una especie que habita en aguas profundas cercanas al talud continental. Las hembras son de mayor tamaño que los machos. Sus tentáculos terminan en unas mazas con ventosas armadas con un anillo denticulado, que les sirve para capturar las presas.

En la boca, situada en el centro de los brazos, tienen una estructura semejante a un pico de loro con el que se alimentan de otros calamares, peces y crustáceos.

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