Actualizado: domingo, 24 septiembre 2017 9:23

El fiscal pide 178 años y medio de cárcel por asesinato en grado de tentativa de las 11 personas que se encontraban en el edificio

MADRID, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Nacional juzgará el próximo martes, 26 de septiembre, al etarra Eneko Gogeascoetxea por el intento de atentado con un lanzagranadas de fabricación casera contra la casa cuartel de Comillas (Cantabria) en agosto de 1997. El fiscal pide para él 178 años y medio de prisión por tenencia de explosivos, estragos en grado de tentativa y 11 intentos de asesinato, por todas y cada una de las personas que en aquel momento se encontraban en el edificio.

Según el escrito de acusación del Ministerio Público, el acusado se encontraba integrado en el comando Katu de ETA junto con Kepa Arronategui, ya condenado por estos hechos, y la intención del atentado era "matar a cuantas personas hubiere en el acuartelamiento y provocar su destrucción".

La Fiscalía relata que el comando colocó, entre las 20.00 horas del 19 de agosto y las 7.30 horas del 20 de agosto, un artefacto compuesto por tres granadas cohete contra carro, de marca METCAR y modelo HEAT, de calibre 83 milímetros, cada una de las cuales se encontraban alojadas en un tuvo de PVC para su lanzamiento orientado hacia la fachada sur de la casa cuartel. Cada granada contenía 450 gramos de pentrita, por lo que poseía capacidad para penetrar hasta 300 milímetros de acero de blindaje y 1.000 mm de hormigón.

"El dispositivo de iniciación lo constituía un reloj despertador con el tiempo de retardo prefijado que cerraba el circuito eléctrico que, a su vez, provocaba un fogonazo de tres bombillas de flash fotográfico que daban inicio a una deflagración de unos pequeños depósitos de pólvora cuya presión hacía dispararse unos percutores que provocaban el lanzamiento de las granadas", explica el escrito de acusación.

LAS GRANADAS FALLARON

Sin embargo, el dispositivo no funcionó porque, aunque en el reloj se activó el mecanismo de ignición, una de las granadas tenía mal soldado el cable del circuito y en las otras dos los percutores no incidieron adecuadamente en los estopines de las granadas.

Como los artefactos no hicieron explosión a las 4.00 horas del 20 de agosto, como estaba planeado, minutos antes de las cinco de la tarde de ese día los miembros del comando llamaron al diario 'Egin' en nombre de la banda terrorista advirtiendo de la presencia de las granadas.

El Ministerio Público destaca en su escrito de acusación que a las 4.00 horas del día previsto para el atentado había 11 personas en la casa cuartel, tanto agentes de la Guardia Civil como familiares de éstos, "todos los cuales resultaron con afectaciones psicológicas que no han sido evaluadas".

Por todo ello, el fiscal del caso pide para Eneko Gogeascoetxea 15 años de prisión por cada asesinato en grado de tentativa, siete años y medio por estragos en grado de tentativa y seis años por tenencia de explosivos.

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