BARCELONA, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -
El expresidente del Gobierno José María Aznar ha exigido este viernes atajar "decididamente" la corrupción en la clase política en cualquier país serio, como España, que pretenda y merezca codearse con las principales naciones del mundo.
"La percepción de que la corrupción o la impunidad se hayan instaladas en la clase política, siempre menoscaba la democracia, y debe ser atajada decididamente en cualquier circunstancia", ha recalcado en su intervención en el 19 encuentro internacional del Grupo de Líderes Empresariales (Lide) que se celebra en el Hotel W de Barcelona, en el que participan 250 empresarios brasileños y españoles, con el fundador y presidente de la entidad al frente, Joao Doria Jr.
Las palabras de Aznar llegan después de la dimisión de la ministra de Sanidad, Ana Mato, tras ser citada judicialmente en el caso Gurtel, y tras el debate sobre medidas para combatir la corrupción que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, presentó el jueves en el Congreso.
Pese a constatar que la corrupción está presente en todo el mundo, ha asegurado que puede prevenirse apostando por la educación, dejando claro que la convicción moral y política es determinante y através del desarrollo de buenas leyes; además, también ha llamado a confiar en la justicia ante posibles ilegalidades.
RIESGO DE LA HIPERREGULACIÓN
Sin embargo, ha advertido del riesgo de la hiperregulación para intentar evitar la corrupción porque, en su opinión, puede alimentarla: "Si los partidos no pueden recibir casi financiación pública ni privada, ¿de qué quiere que vivan?".
"Las olas de populismo que buscan que existan arcángeles en vida pública, en vez de seres humanos, pueden traer más problemas que ventajas", ha alertado el también presidente de la Fundación FAES en alusión velada a Podemos.
MODELO ECONÓMICO
En relación a Brasil, ha reivindicado la apuesta estratégica que hizo en sus gobiernos por este país, contribuyendo así a su consolidación ahora como actor de referencia global, lo que ha sido posible gracias a la adopción de políticas "ortodoxas y de responsabilidad" y de su continuidad en el tiempo.
Sin embargo, ha advertido de que si en un país, sea Brasil o España, se apuesta "por la lucha de clases, la igualdad en la pobreza o por el nacionalismo radical, el fracaso está servido, y al ritmo con el que se mueve el mundo, --según el expresidente-- será un fracaso rápido y doloroso".
Así, ha apelado a no dejarse llevar por la demagogia "que tanto daño ha hecho en tantos países, también en España", y más cuando considera que Brasil se encuentra en una encrucijada similar a la de España en 2004.
Para Aznar, Brasil necesita un segundo impulso reformista en el ámbito político, con instituciones fuertes y partidos sólidos, más transparencia y consolidar el bienestar de las clases medias.
Para ello, ha recetado estabilidad fiscal y una política de gasto responsable, reformas para tener una economía más flexible y avanzar en la liberalización y apertura comercial "para generar nuevos socios y oportunidades".
