Bono plantea cambiar la Ley Electoral para que los políticos estén cerca de los votantes, no de quienes hacen las listas

Actualizado: viernes, 28 noviembre 2008 14:38

Condena el centralismo por ser un "poder que jerarquiza" y aboga por hacer concesiones que "no pongan en peligro la solidaridad"

MADRID, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Congreso, José Bono, abogó hoy por una reforma de la Ley Electoral que contribuya a que "los electos se sientan mucho más cerca de los electores, que de las cúpulas de los partidos que elaboran las listas electorales", y planteó algunas ideas para avanzar hacia esta modificación.

En los Desayunos Informativos de Europa Press, Bono admitió que no le corresponde a él como presidente de la Cámara lanzar este tipo de propuestas, pero sí se mostró dispuesto a "ayudar" si el asunto se plantea. De hecho, una subcomisión de la Comisión Constitucional del Congreso ya está estudiando fórmulas para reforma la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG), de 1985. Sea como fuere, Bono hizo hincapié que cualquier reforma de las "reglas del juego" debe acometerse por consenso.

El presidente de la Cámara Baja aludió a quienes responsabilizan "de todos los males" del sistema actual a las "listas bloqueadas y cerradas", un método que, a su juicio, "no tiene la culpa de todo". En este sentido, recordó que éste sí se aplica en las votaciones para el Congreso pero no para el Senado, al que se accede mediante candidaturas abiertas, una diferencia que no incide sustancialmente en el nivel de participación.

SISTEMA MIXTO PARA ELEGIR AL CONGRESO

Tras esta puntualización, explicó que podría buscarse un sistema mixto, como el vigente en Alemania, si bien enfatizó que no estaba propugnando "el sistema mayoritario de distrito uninominal", aunque considera que éste no funciona mal en Reino Unido.

Así, se declaró partidario de buscar "fórmulas combinadas" en las que se pudiesen introducir distritos uninominales para elegir a una parte del Congreso, mientras que el resto de los diputados saliesen de "distritos más amplios que podrían ser de carácter autonómico o nacional".

"Me parece que, a estas alturas, se podría hacer un acercamiento suave, pero no exagerado, a que los electos se sientan mucho más cerca de los electores que de las cúpulas partidistas que hacen las listas", insistió, matizando que no estaba haciendo ningún "reproche moral ni político", sino constatando que, con el sistema vigente, "se puede tender a llevarse mejor con los que hacen las candidaturas que con los que hacen las elecciones", una situación que, en su opinión, "tiene algún peligro".

En este punto, contrastó el sistema español con el que se aplica en Reino Unido, donde, según destacó, los miembros del Parlamento tienen vínculos más fuertes con sus votantes que incluso con el primer ministro que puede elegirles para formar parte de su gobierno.

QUE LOS MEDIOS NO MARQUEN LA AGENDA POLÍTICA

Bono enmarcó esta idea de reformar la LOREG dentro una serie de medidas que planteó para "reivindicar la política", algo a su juicio conveniente, cuando se va a celebrar el 30 aniversario de la Constitución. Para lograr este objetivo de manera eficaz, animó a "perder el respeto a los dogmas" y a escuchar al adversario aunque discrepe. "Hace tiempo que se enterraron los viejos catones, en el tiempo político en el que me muevo todavía tenemos a los clásicos, pero ya no tenemos catecismos", explicó.

También puso en valor el "consenso", el "diálogo" y la "moderación" y defendió una política con mayor autonomía de los medios de comunicación que, desde su punto de vista, en muchas ocasiones son los que marcan la agenda. "¿Quién tiene toda la libertad para oponerse al editorialista de cámara que tiene tanta fuerza mediática que convierte en público lo que desea?", se preguntó el presidente del Congreso.

Bono dedicó también parte de su discurso inicial a la necesidad de festejar el 30 aniversario de la Carta Magna, cuyo Título VIII resolvió el problema de la distribución territorial del poder en España, desde el punto de vista jurídico.

Sin embargo, desde la perspectiva política, apeló a la conveniencia de buscar "valores colectivos" que hagan que los españoles se sientan históricamente juntos y de trabajar por un proyecto común, en el que, a su juicio, se hace necesario condenar "el centralismo", un poder, dijo, que "jerarquiza" y que implica "subordinación y pasividad".

LAS MESETAS Y LA "ESQUILMACIÓN" DEL LITORAL

Bono considera que esta afirmación sería consecuencia de haber admitido "lo que se ha presentado históricamente como una evidencia cómoda: admitir como axioma que las gentes del litoral español fueron esquilmadas por las que habitamos en las mesetas".

En aras de ese proyecto común, el presidente del Congreso sugirió "racionalizar" los discursos, "serenar" las emociones y ver a España "no como un problema", sino como "una nación" en la que ahora se vive "sin imposiciones".

"Sin esos sentimientos colectivos, vamos a andar siempre como una sociedad a medio hacer y amenazada por fanatismos excluyentes o sectarios", manifestó Bono, quien sostuvo que no se trata de volver a "trasnochados nacionalismos españolistas ni a planteamientos independentistas".

A su juicio, vivir en esta libertad de la que goza España exige que las diferentes regiones se hagan concesiones "mutuas y constantes", sin que éstas "pongan en peligro la solidaridad y la igualdad de los españoles". "O construimos el futuro conjunto, o no va a haber futuro --dijo--, y el futuro está más en reivindicar el universalismo que en encerrarnos en cualquier casticismo".

LA CONSTITUCIÓN, "TRIUNFO DE LA DIVERSIDAD"

En este sentido, Bono destacó que no existe ninguna comunidad autónoma en nuestro país donde exista "una pureza histórica, ética o cultural" y defendió que España es "más que un Estado" en el que "caben las lealtades concéntricas y compartidas, pero no las amenazas de quienes alientan el mito de ser puros y mejores, únicos y distintos".

Y, echando mano de una cita de Mariano José de Larra para sustentar su reflexión, concluyó diciendo: "Borremos de nuestro lenguaje la humillante expresión que nombra a este país siempre para denigrarlo. Volvamos atrás, comparemos y nos creeremos felices. Hagamos más favor y justicia a nuestro país y creámosle capaz de esfuerzos y de felicidades".

"La Constitución y los que la hicieron tienen gran parte de culpa de que podamos hoy hacer actual la frase de Larra --afirmó-- porque se cumplen 30 años del triunfo de la diversidad sobre la uniformidad, del europeísmo sobre el aislamiento, de las libertades sobre el autoritarismo y del progreso sobre la desigualdad".