MADRID, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Justicia en funciones, Rafael Catalá, ha subrayado este lunes que lo mejor que le puede pasar a España ahora es que haya gobierno "cuanto antes" pero no se ha pronunciado sobre si él formará parte de un nuevo Ejecutivo de Mariano Rajoy, puesto que la competencia de nombrar ministros es exclusiva del presidente.
"Ya empezamos con las quinielas", ha bromeado en una entrevista en 13TV, recogida por Europa Press, sin responder a si en un próximo gobierno de Rajoy él sería titular de Fomento --una cartera que ha asumido en funciones desde que Ana Pastor es presidenta del Congreso--.
Catalá ha insistido en que la posibilidad de que haya gobierno en lugar de unas terceras elecciones depende del PSOE, que está "llevando a cabo un proceso de revisión de su posición". El PP, ha añadido, lleva desde diciembre ofreciendo a este partido diversos tipos de acuerdos, pero también quiere "respetar sus tiempos" después del Comité Federal "muy convulso" del pasado 1 de octubre.
Eso sí, ha reconocido que el calendario es "muy justo" porque si no hay presidente el 31 de octubre las Cortes se disolverán y habrá nuevas elecciones.
El ministro en funciones también ha admitido que al PP le habría gustado tener más apoyo parlamentario para que su acción de gobierno tenga una mayoría más fuerte ante retos como el secesionismo catalán, pero ha añadido que confía en que "incluso con este mapa político" el PSOE mantenga la lealtad institucional, siga defendiendo la unidad de España, "más allá de sus problemas internos" y trabaje por el interés general.
Respecto a los juicios de la trama 'Gürtel' y de las tarjetas 'black' de Caja Madrid y Bankia que se están juzgando en la Audiencia Nacional, Catalá ha optado por lanzar el mensaje de que "la justicia funciona" y todo el mundo es igual ante la ley, vengan de donde vengan.
A su modo de ver, "quizá el hecho de que haya unos determinados grupos de personas que pertenecían a la política, o al sector empresarial, que ahora están compareciendo, pone de manifiesto que en algún momento ha habido una cierta relajación de las costumbres, de los comportamientos, pero hoy se exige que esos comportamientos se sometan al escrutinio de la ley".
