Un ciclista agrede con un hierro a un guía porque su grupo de turistas le cerraba el paso

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Actualizado: jueves, 24 julio 2008 12:14



   BARCELONA, 24 Jul. (EUROPA PRESS) - 


Un guía turístico de Barcelona aún sigue padeciendo las consecuencias de la agresión de la que fue víctima en pleno centro del Barri Gòtic de Barcelona.

Un ciclista latinoamericano, "en un arranque de ira", le golpeó con una barra de hierro  porque un grupo de turistas le cerraban en paso. Sin embargo, aun así reconoce que tuvo "suerte porque sólo le rompió el brazo izquierdo.

   La víctima, José Luis C.G., es guía desde hace más de treinta años en la capital catalana y relató a Europa Press Televisión la "indignación" que siente, y que ha transmitido al consistorio, por la inseguridad que sufren "tanto los turistas como los guías" en la ciudad, por culpa de los "robos constantes".

   La agresión tuvo lugar el pasado ocho de julio sobre las doce del mediodía cuando José Luis explicaba a un grupo de turistas rusos el significado de las cerámicas que se encuentran a lo largo de la calle Petritxol, una vía estrecha paralela a la Rambla de Barcelona. Entonces, un ciclista "empezó a increpar" a los más de cincuenta turistas porque le bloqueaban el paso.

   "Se enfadó muchísimo", añadió José Luis, quien añadió que, a pesar de que él mismo intentó explicarle que no se podía circular por allí en bicicleta, "su brusquedad y agresividad aumentó" y respondió que pasaba "por donde le daba la gana".

   José Luis le comentó al ciclista, "de apariencia latinoamericana", que no debía decirle qué podía hacer en su ciudad o no y que "volviese a su país", pero defendió que "no fue por racismo". "De repente cogió una barra de hierro de la bicicleta" y le golpeó "con toda su fuerza" contra la cabeza, aunque él instintivamente interpuso su brazo izquierdo.

MIEDO A REENCONTRARSE CON SU AGRESOR

   Todavía con el brazo escayolado y frente al templo de la Sagrada Familia, José Luis reconoció la suerte que tuvo porque pudo haberle "matado". Así, añadió que no ha podido salir a la calle durante más de una semana después del suceso, "sobre todo" por el miedo a reencontrarse con su agresor. Ahora que ha vuelto a trabajar, pasa "muy a menudo y con un miedo terrible" por la misma calle.

   Los antiinflamatorios le calman el dolor, pero por las noches todavía le cuesta conciliar el sueño porque sigue viendo "la cara del horror", el rostro de su agresor y la agresividad con la que le golpeó, algo que no olvidará "jamás".

   Finalmente, denunció las condiciones de "inseguridad e incivismo" con las que deben enfrentarse cada día los guías para tratar de evitar que roben a los turistas y esforzarse en mostrarles "la cara amable" de la ciudad.

   Por ello, se puso en contacto con el Ayuntamiento para explicar su caso y pedir refuerzos policiales en esa zona, aunque la única respuesta que recibió fue "una carta dando las gracias por participar en una campaña del consistorio", lamentó José Luis.