MADRID, 3 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid (COPM), Fernando Chacón, afirmó hoy en referencia al dispositivo desplegado para asistir a los familiares de las víctimas del accidente de Barajas que "es un poco triste que cinco años después del 11-M, una ciudad como Madrid siga sin tener un protocolo de coordinación de atención psicológica específico cuando en otras comunidades ya existe para cubrir simplemente accidentes de tráfico".
"Creo que es obligación del colegio y de la administración que en estos casos excepcionales no se deje a la suerte o a la buena voluntad de los profesionales el funcionamiento del despliegue, y para ello es necesario la creación de un protocolo que coordine los servicios de asistencia en estas situaciones", sentenció Chacón.
En este sentido, "el COPM se ha puesto ya en contacto con las demás autoridades y hemos coincidido en que es necesario el establecimiento de un protocolo más específico, aunque todavía debemos reunirnos y plasmar esas ideas", explicó.
Por otra parte, "debemos hacer un llamamiento a las autoridades competentes sobre cómo se han comunicado los fallecimientos a los familiares afectados", comentó. "Aunque el accidente haya provocado muchas víctimas, reunir a todos los familiares en una sala y decir uno a uno los nombres de los fallecidos no es la forma más adecuada de informar sobre los acontecimientos", señaló. "Pasó el 11-M y ha vuelto a pasar ahora; la noticia del fallecimiento se debe realizar de forma individualizada y privada con cada una de las familias", apuntó el experto.
MÁS DE 180 VOLUNTARIOS Y 1.650 HORAS DE ASISTENCIA
"Cuando el colegio tuvo conocimiento del accidente, se identificó a los profesionales mejor cualificados para atender este tipo de situaciones teniendo en cuenta su experiencia y formación especifica en catástrofes --relató Chacón--. Seguidamente nos pusimos a disposición del SAMUR, Protección Civil y Cruz Roja por si precisaban reforzar su plantilla con psicólogos del COPM".
A última hora de la tarde, se movilizaron todos los psicólogos que estaban de guardia en el Instituto Anatómico Forense y en el juzgado de guardia tras recibir la petición del SAMUR para enviar a 20 profesionales a Ifema y al aeropuerto para atender a las familias.
La labor de los psicólogos del COPM fue la de acompañar a los familiares de las víctimas durante la toma de muestras de ADN, el reconocimiento de objetos, la entrega de cadáveres y la recogida de objetos, así como la de atender a las familias los dos últimos días en el hotel donde se alojaban en relevo de los profesionales de Cruz Roja.
En total intervinieron 183 voluntarios del 20 al 30 de agosto durante más de 1.650 horas de trabajo, coordinadas por 19 miembros del grupo de emergencias del COPM y 15 personas encargadas de organizar el dispositivo, según cifras facilitadas por la institución madrileña.
