Publicado: jueves, 18 enero 2018 15:16

La sentencia expone que no puede prevalecer la libertad de expresión aunque haya mostrado arrepentimiento

MADRID, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Nacional ha condenado a medio año de cárcel a un tuitero por publicar en su cuenta personal de esta red social comentarios de "deshonra, descrédito, burla y afrenta" a víctimas de la banda terrorista ETA como Irene Villa o Miguel Ángel Blanco y le recuerda que, aunque ha mostrado arrepentimiento por los hechos, es culpable de los mismos porque no tienen amparo en la libertad de expresión.

La Sección Cuarta de la Sala de lo Penal concluye que el joven es culpable del delito de enaltecimiento del terrorismo por la publicación de una serie de comentarios en su cuenta de Twitter entre los años 2013 y 2016 tales como 'A tomar culo y Gora ETA' o 'Faltan tiros en la nuca'. Sobre víctimas como Miguel Ángel Blanco, dijo que 'tiene un agujero en el cogote como los delfines', mientras que de Irene Villa escribió que 'ha salido por patas', 'Irene Villa es ETA' o 'Follarse a Irene Villa debe ser la bomba'.

En la sentencia, el tribunal reconoce que el acusado mostró arrepentimiento durante la vista oral celebrada la semana pasada y dice que queda acreditada por tanto "su real aflicción" por los hechos. Ahora bien, le recuerda que su perdón no le exime de culpabilidad porque la libertad de expresión "no puede dar cobijo" a estas publicaciones.

Razonan los magistrados que no se trata de penalizar un chiste de mal gusto sino que una de las facetas de la humillación a las víctimas del terrorismo consiste en la burla porque afecta directamente a su honor y dignidad. Además le reprochan que enmarque la publicación de estos mensajes en un momento de "ofuscación, cabreo, idiotez y chiquillada" porque no fue fruto de un puntual episodio sino que los publicó durante tres años.

REPERCUSIÓN MÍNIMA

Con todo, la resolución recoge que a pesar de que el delito fue cometido durante un largo periodo de tiempo, su incidencia "ha sido mínima" porque difundía escasos mensajes en cada período anual y porque su cuenta de Twitter tenía apenas 393 seguidores.

El fiscal Pedro Rubira elevó a definitiva su petición de un año de prisión en la vista oral aunque se mostró dispuesto a aceptar una condena de seis meses. Según explicó, si pidiese reducir la pena un grado más, tendría que pedir para el acusado una multa, pero lo descartó por los bajos ingresos que declaró el joven durante el juicio.

Por su parte, el abogado del acusado resaltó que su cliente "no pretendía insultar" a las víctimas del terrorismo y que prueba de ello es que ninguna víctima se personó en este caso como acusación particular.

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