MADRID, 15 Abr. (EUROPA PRESS) - Los arrestados utilizaban la información obtenida de los usuarios de banca y las reclamaciones presentadas para coaccionar a las entidades financieras y obtener acuerdos económicos. Los máximos responsables habían creado además diversas sociedades para distraer el capital generado. El presidente de la asociación, con el respaldo de gran parte de la junta directiva, era el encargado de presionar a las entidades en búsqueda de financiación enmascarada bajo convenios publicitarios a cambio de proporcionarles una publicidad que les fuera favorable. Además, para lograr esos acuerdos, les ofrecía también rebajar las pretensiones de sus asociados ante determinadas demandas, o incluso archivarlas, aunque ello supusiera un perjuicio para sus clientes, según los investigadores. Paralelamente, para reforzar la presión contra las entidades financieras y lograr los acuerdos económicos pretendidos, Ausbanc utilizaba al sindicato Manos Limpias, -al que además financia-, para ejercer la acusación popular. Así, se presionaba a la entidad con la personación como parte de este sindicato en determinadas causas para, posteriormente, negociar su retirada si se obtenían los acuerdos económicos. A lo largo de esta investigación, los agentes han corroborado también que Ausbanc vendía a las entidades financieras los denominados ITCRA (Informe Trimestral de Consultas y Reclamaciones) que se elabora con las quejas y reclamaciones de los consumidores, obteniendo importantes beneficios. Los arrestados tenían distintos roles dentro de todo el entramado creado para obtener beneficios económicos, con una clara estructura piramidal jerarquizada. En un primer nivel estaba el presidente de Ausbanc, quien ejercía todo el control y dirección de la asociación en beneficio propio, tras él los miembros de la junta directiva, quienes supuestamente deberían controlar las cuentas y conocer el destino final de los fondos, cuotas de asociados y subvenciones recibidas. En un último escalón se encontrarían otros cargos menores de la asociación, conocedores de estas prácticas y que también se beneficiaban de lo obtenido. Asimismo, Ausbanc, -como supuesta asociación sin ánimo de lucro en defensa de los consumidores-, ha obtenido a los largo de estos años importantes subvenciones. Los investigadores están analizando tanto las condiciones específicas de dichas convocatorias como la documentación facilitada por Ausbanc para acceder y obtener las mismas, ya que esta asociación no reuniría los requisitos exigidos.