Otros dos testigos contradicen un atestado policial sobre la pegada de carteles del 25 de septiembre en Badalona y dicen que no hubo tensión
MADRID, 17 May. (EUROPA PRESS) -
La ex jefa de Protocolo de la Vicepresidencia y Economía de la Generalitat de Cataluña Anna Teixidó, que ha comparecido este jueves como testigo ante el juez del Tribunal Supremo que investiga los hechos relacionados con el denominado 'procés', Pablo Llarena, ha negado que durante el asedio de dicho departamento el pasado 20 de septiembre hubiese violencia. De hecho, ha destacado la actitud colaboradora del expresidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sànchez, para que el registro de la sede económica se desarrollase sin incidentes.
Teixidó, que ha comparecido a propuesta de la defensa del presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, ha señalado que ella estuvo presente durante las conversaciones de "mediación" que mantuvieron los líderes de la asociaciones catalanas con los Mossos d'Esquadra y la Guardia Civil y que en todo momento estos dos procesados por los delitos de rebelión hicieron ofrecimientos para que la comisión judicial que participaba en los registros y los detenidos entraran y salieran de la Consejería sin problemas, según fuentes jurídicas presentes en la declaración.
En este sentido, la que fuera jefa de Protocolo del exvicepresidente catalán Oriol Junqueras --que ha indicado que fue miembro de la ANC hasta que comenzó a liderarla Sànchez--, ha destacado que no hubo "imposiciones" por parte de Sànchez, sino que las conversaciones con las fuerzas policiales fueron en un "tono cordial" y de "colaboración".
Según las mismas fuentes, Teixidó ha relatado que Sànchez llegó a ofrecerse para acompañar, junto a otros diputados, a la secretaria judicial que salió finalmente por la azotea de la Consejería para que se marchara de la misma. Además, ha apuntado que fue la misma letrada de la Administración de Justicia la que se negó a ser arropada por el exlíder de la ANC porque quería abandonar la Consejería de Economía con los agentes de la Guardia Civil.
La versión de la secretaria judicial sobre estos hechos no ha podido ser escuchada por el juez Llarena, ya que este miércoles se suspendió su comparecencia; aunque anteriormente en un escrito que obra en el sumario de la causa que investiga el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona, que investiga los preparativos del referéndum ilegal del 1 de octubre, se denuncia que "jamás" había sentido "mayor vergüenza y humillación". Las defensas que propusieron su declaración renunciaron a ella al conocer que el magistrado instructor había acordado considerarla testigo protegido.
DESCONVOCATORIA DE LA CONCENTRACIÓN
Sobre Cuixart, Teixidó ha dicho que lo único que escuchó fue su propuesta de desconvocar la concentración ante las puertas de la sede económica de la Generalitat debido a la cantidad de personas que se habían desplazado hasta allí. Hasta 40.000 personas acudieron hasta la Consejería de Economía el 20 de septiembre de 2017.
Por otro lado, el juez Llarena también ha citado para este jueves a otros dos testigos --también solicitados por Cuixart--, que estuvieron presentes durante la pegada de carteles en Badalona el 25 de septiembre. Según un atestado de la Guardia Civil remitido a la Audiencia Nacional, el presidente de Òmnium Cultural "sustrajo" de un vehículo de la Guardia Urbana de Badalona (Barcelona) carteles de apoyo al referéndum que habían sido previamente incautados.
La acusación popular ejercida por VOX ha explicado ante los medios de comunicación que los dos testigos que "no hubo nunca ningún tipo de tensión, ni de agresividad, ni violencia". En este sentido han contradicho el informe policial indica que Cuixart y el teniente de alcalde del municipio catalán, Jose Antonio Téllez i Oliva, se mostraron con una actitud "cada vez más hostil" y han señalado que fueron los guardias urbanas los que se expresaron de una "manera chulesca".
