Actualizado: jueves, 9 marzo 2017 14:00

La joven, de nacionalidad marroquí, insiste en que no es terrorista y su letrado dice que "no es más que una niña"

MADRID, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Ministerio Fiscal ha elevado a definitiva su petición de nueve años de prisión por delito de integración en organización terrorista para Raja El Aasemy, la presunta yihadista detenida en Gandía (Valencia) en septiembre de 2015, de quien ha dicho que "se autodoctrinó" a pesar de que la acusada en su turno final de palabra ha insistido en que no es terrorista.

El fiscal Vicente González Mota ha defendido en esta nueva sesión de vista oral contra la joven de nacionalidad marroquí, que es evidente que sufrió "un proceso de radicalización". Además ha dicho que el "contundente" material yihadista incautado en el registro de su domicilio posterior a su detención lo empleó para adoctrinar a terceros y que por tanto "no solo entra en ese proceso sino que participa".

En su informe de conclusiones provisionales el representante fiscal se hizo eco de los mensajes que la joven envió por las redes sociales y en los que llegó a decir: "Soy terrorista y me enorgullece" o "lo único aceptable era cortar cabezas". Pese a ello,la acusada alegó en su declaración en calidad de investigada que se acercó al Estado Islámico por influencias ajenas y porque "era un poco tontita".

La investigación de la causa puso de manifiesto que tenía cuatro cuentas diferentes de Facebook, dos en Youtube (con 81 vídeos de contenido yihadista), una en Google Plus y otra en Twitter, según han indicado los agentes en el procedimiento que instruye la Sección Primera de la Sala de lo Penal que preside el magistrado Fernando Grande-Marlaska.

El letrado de la acusada, por su parte, ha dicho que "no hubo integración real ni participación activa" en el Califato y, que ella portaba minifaldas y ropa contraria a las directrices del EI, el cual "no se anda con bromas". "Tiene 18 años, no ha hecho nada, no es más que una niña. Se aprovechan de los débiles para hacer un lavado de cerebro", ha dicho.

Además ha pedido la impugnación de las pruebas argumentando que algunos agentes que han declarado en calidad de peritos no son tal y ha restado credibilidad a la pericial caligráfica practicada a documentos en árabe.

LA ACUSADA SE ESCUDÓ EN SU IGNORANCIA

La acusada, que en su declaración en calidad de investigada se negó a responder a las preguntas del Ministerio Fiscal, defendió que cuando se trasladó a España en 2014 procedente de Marruecos "era muy occidental" si bien entró en contacto con una joven que le adentró en la religión árabe y posteriormente en el Estado Islámico, pese al rechazo de amigos y familiares.

Además dijo que esta persona, conocida como Laila, le ofreció "una imagen muy buena del Califato" y debido a su influencia se adentró en este ámbito y llegó a llevar burka dos semanas aunque luego se lo quitó porque le parecía "incómodo".

Sin embargo agentes de la Guardia Civil que declararon en la primera sesión en calidad de testigo la corrigieron afirmando que la joven portaba esta prenda en el momento de su detención, en la que se incautaron además de un ordenador portátil, pendrives, teléfonos antiguos y una cámara de fotos.

MILES DE BÚSQUEDAS DEL DAESH EN INTERNET

En la vista de este jueves agentes de la Guardia Civil han declarado ante el tribunal que los manuscritos incautados a la acusada muestran cómo defendía el Estado Islámico y arremetía contra "las personas que no aplican la ley de Dios".

Según el análisis de la memoria de su teléfono, la acusada buscó en los navegadores información sobre cómo obtener un visado para viajar a Turquía, cómo viajar a la zona del conflicto, o información para contraer matrimonio con miembros del DAESH. "Estos términos se repiten", ha dicho uno de los peritos que ha confesado que había "miles y miles de búsquedas en Internet".

EJECUCIONES PRACTICADAS POR NIÑOS

El fiscal por su parte se ha referido a la dureza de algunos de los vídeos incautados, visionados el pasado lunes, y que recogen entrenamientos de jóvenes terroristas en Siria, decapitaciones practicadas por niños o información relativa al EI acompañado todo esto por cánticos y leyendas incitando a la lucha y amenazando con represalias a quienes vayan en contra del Califato.

Las conversaciones telefónicas intervenidas revelan que se ofrecía como contacto de la organización terrorista y su intención de "emigrar" con una "hermana del Líbano". Incluso llamó al Consulado de Marruecos en Valencia para gestionar su pasaporte con el cual pretendía viajar al país africano, de ahí a Turquía y cruzar la frontera con Siria.

Otro agente hizo mención a su actividad en un foro islámico, restringido únicamente para fieles con un alto nivel de compromiso con el Estado Islámico, "con el fin de realizar adoctrinamiento constante". Allí la acusada reconoció su simpatía con el Califato y dijo: "Si no vuelvo perdonadme".

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