El general Miguel Ángel Ballesteros
FUNDACIÓN DE VÍCTIMAS DEL TERRORISMO
Actualizado: domingo, 23 julio 2017 11:17

Critica que Occidente se culpabilice de los atentados yihadistas por la colonización o la guerra de Irak

MADRID, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -

El general Miguel Ángel Ballesteros, experto en terrorismo y director del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), cree que España aprendió como importante lección de los atentados del 11-M la necesidad de detener "inmediatamente" a cualquier persona que dé muestras de radicalización yihadista, aunque eso implique que las pruebas que luego se presenten ante el juez "no sean tan contundentes".

En una entrevista en la revista de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, recogida por Europa Press, Ballesteros explica que, en materia de lucha antiterrorista, en España hubo "un antes y un después" del 11 de marzo de 2004, ya que hasta entonces estaba centrada en combatir a ETA y a partir de entonces "se invirtió la situación" para dedicar esfuerzos a combatir el yihadismo.

Según recuerda, los autores de los atentados de Madrid "no esperaron" para utilizar el explosivo, sino que colocaron las bombas en los trenes en cuanto lo consiguieron. "La lección aprendida es que no hay tiempo de reacción", argumenta insistiendo en que "en cuando se descubre en las redes sociales a alguien radicalizado, hay que detenerlo inmediatamente".

"¿Qué inconveniente tiene eso? Que las pruebas que llevas ante el juez no son tan contundentes. Podrías esperar a tener más pruebas, pero te estás jugando mucho, porque esa persona en cualquier momento alquila una furgoneta o coge un cuchillo y comete un atentado como los que estamos viendo", justifica.

El general Ballesteros celebra que, gracias a ello, la estrategia policial en España "está dando muy buen resultado", aunque "es tan fácil cometer un atentado que nadie puede asegurar que mañana no vaya a haber uno".

LA AMENAZA VIENE DE DENTRO

En este punto detalla el perfil del yihadista y aclara que se trata de personas que "no necesariamente vienen de fuera", sino que "han nacido y viven aquí". "Realmente la amenaza viene de dentro", apunta al explicar que se trata, en su mayoría, de jóvenes de segundas generaciones, aunque en España sólo hay en Ceuta, Melilla y algunas zonas de Cataluña.

"El perfil de esa segunda generación es un hijo que está poco formado, que no tiene trabajo o tiene un trabajo precario, que no se siente parte de la sociedad, en este caso de la sociedad española, y que cuando va a Libia, Marruecos o Argelia tampoco se integra fácilmente porque no habla bien su idioma o le consideran un desclasado", explica.

Según detalla, se trata de "un desclasado" que "la única patria que tiene son sus amigos", que se van radicalizando como él y para los que entrar en la yihad es "entrar en la élite del principal club al que pertenecen", que es el Islam. "Y esa falta de cultura y de preparación que tienen les hace más débiles a la hora de caer en el radicalismo", señala.

NO DARLES EXCUSAS

Para luchar contra esta ideología, sostiene que lo primero que se debe hacer es "no darles excusas". "No decir que la culpa es de Occidente por la colonización o por la guerra de Irak", reclama lamentando que "hay mucha gente" que les da esa "baza".

El general Ballesteros insiste en que un joven de 22 años que está en paro tiene "todos los motivos de queja que quiera", pero eso nunca justifica la comisión de un antetado. "No les demos excusas porque les estaremos favoreciendo y favoreceremos también la radicalización de los que vengan después", reitera.

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