Juez apunta a Matas como impulsor de una contratación irregular

ex presidente del Gobierno Balear Jaume Matas
Reuters

Señala que Martorell, Umbert, Linares y Romero eran "conscientes de que los servicios aparentemente contratados nunca se prestarían"


PALMA DE MALLORCA, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -

El juez José Castro, instructor del caso Palma Arena, apunta al ex presidente del Gobierno balear, Jaume Matas, en el auto que ha dictado por primera vez para poner fin a la instrucción de una de las 25 piezas de esta compleja causa, como el impulsor de la contratación presuntamente irregular del periodista Antonio Alemany, al que hace referencia como su "asesor político en la sombra y fervoroso cronista de todas sus intervenciones", con el objetivo aparente de que asesorase al entonces jefe del Ejecutivo del PP.

En la resolución dirigida a transformar las diligencias previas de la pieza número 2 del caso a procedimiento abreviado, a la que ha tenido acceso Europa Press y que da paso a Fiscalía y Abogacía de la Comunidad Autónoma para que formulen escrito de acusación o pidan el sobreseimiento de la pieza, el magistrado señala que fue el propio Matas quien propuso la adjudicación de este contrato a la agencia de comunicación Nimbus a fin de simular la contratación directa de Alemany por 110.200 euros entre los años 2003 y 2005.

Unos hechos por los que el juez decreta que continúe el proceso penal no sólo contra Matas y Alemany sino también contra el entonces director general de Comunicación del Gobierno balear, Joan Martorell, el administrador de Nimbus, Miquel Romero, la ex directora del gabinete de Matas, Maria Umbert, y la ex secretaria general técnica de la Consejería de Relaciones Institucionales, Dulce Linares, por los presuntos delitos de malversación de caudales públicos, prevaricación, falsedad en documento oficial y mercantil y fraude a la administración.

Así, a lo largo de 14 páginas y mediante un minucioso relato de los hechos, el juez explica cómo Matas, en agosto de 2003, convocó en su despacho del Consolat a Romero, quien ya había sido gestor de la campaña electoral del PP ese año, para proponerle que participase en un concurso para la adjudicación de un 'contrato de consultoría' pese a que, tal y como aseveró en su día el responsable de Nimbus, Matas le instó a "ceder el contrato a Antonio Alemany" como condición para que su empresa resultase adjudicataria -con un beneficio del 5 por ciento del precio-.

A partir de ahí, "se hacía necesario adornar la contratación con todas las posibles formalidades legales", según el magistrado, lo que encomendó a Umbert y Linares, "conocedoras de que la adjudicación ya había sido decidida de antemano y de que la contratación era un simulacro para que el dinero del encargo acabara en manos de Alemany". Un "apaño" del que, de acuerdo a las investigaciones, también hicieron partícipe a Joan Martorell y al resto de imputados de este fleco, "conscientes de que los servicios aparentemente contratados nunca se prestarían".

"La finalidad era que el precio concertado fuera a beneficiar a Alemany", prosigue el auto, que recuerda que los inexistentes servicios fueron pagados "religiosamente" con 3.958 euros mensuales (4.591 euros más IVA) hasta 2005. Cantidades a las que se sumaron 87.243 euros tras el informe de prórroga emitido ese año por Martorell.