MADRID, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
Unidos Podemos ha registrado una pregunta parlamentaria en el Senado para conocer los protocolos con los que cuenta el Gobierno para asegurar la identidad de los homólogos extranjeros en las conversaciones telefónicas de los ministros.
El secretario general del grupo parlamentario morado en la Cámara Alta, Óscar Guardingo, ha formulado esta pregunta después de la broma telefónica sufrida por la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, en la que dos cómicos rusos se hicieron pasar por miembros del Ministerio de Defensa de Letonia.
"Causa perplejidad y miedo imaginar que quien está al frente de nuestros ejércitos pueda generar un problema de seguridad o de carácter internacional por una simple broma telefónica", explica Guardingo.
Por ello, en su iniciativa pregunta al Gobierno si considera que dispone de un protocolo "suficientemente seguro" para asegurar la identidad de los interlocutores con los que hablan por teléfono los ministros.
En la broma sufrida por Cospedal, dos humoristas rusos se hacen pasar por miembros del Ministerio de Defensa letón e informan a la ministra de que el expresidente catalán Carles Puigdemont es un espía ruso apodado 'Cipollino'.
En el vídeo de la conversación el humorista Alexéi Stoliarov se identifica como el ministro letón de Defensa y se ofrece a Cospedal a compartir con ella información de los servicios de inteligencia de Letonia sobre el papel de Rusia en el conflicto catalán.
Para el senador de Podemos, escuchar esta conversación genera "serias dudas" sobre las "capacidades" de quienes ostentan grandes responsabilidades de Gobierno.
EXPLICACIÓN "RIDÍCULAS" DE COSPEDAL
Tras conocerse el contenido de la llamada, Cospedal explicó en Twitter que había sido una conversación "muy rara" en la que no confió, por lo que decidió no hablar y no volver a llamar. "Ahora sé que eran rusos", apuntó.
Guardingo cree que estas explicaciones son "tan inverosímiles como ridículas" y apunta que, "viendo el nivel del gabinete de Mariano Rajoy", tal vez sea adecuado establecer un protocolo que evite que a los ministros "se les tome el pelo de esta manera".
