MADRID, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -
La diputada Isabel Rodríguez, portavoz adjunta del Grupo Socialista en el Congreso, ha subrayado que el problema de los modos de Podemos no es cómo visten o cómo hablan sus diputados, sino cuando "increpan o acosan" a otros parlamentarios.
Según ha explicado en los pasillos del Congreso, comportamientos que tiene que ver "con la manera de expresarse" pueden ser muy comentados o hasta polémicos, pero ahí no está el problema. "A me dan igual --ha dicho--. Cada uno se viste como quiere, se peina como quiere y habla como quiere o como puede".
Ahora bien, la diputada del PSOE considera que el Parlamento representa a la mayoría de los ciudadanos y que "por respeto" a ellos los diputados deben mantener "un mínimo de normas de convivencia".
"Hay que guardarnos un respeto mínimo entre personas, que es lo que nos diferencia de otros seres vivos --sostiene--. Hay cosas que no nos gustaron, sobre todo la pasada semana, increpando o acosando al ministro. Esas reacciones están fuera de todo lugar y no me gustan ni en el Parlamento ni en la calle".
EL CASO DE CAÑAMERO
Rodríguez ha citado expresamente el caso de Diego Cañamero, el diputado jornalero de Unidos Podemos que el pasado jueves entró en el Hemiciclo portando fotografías de Iñaki Urdangarín y del sindicalista Andrés Bódalo para denunciar ante el ministro Rafael Catalá lo que considera una doble vara de medir de la justicia.
Ese episodio ya ha empezado a ser analizado en la Mesa del Congreso, donde el PP, el PSOE y Ciudadanos coinciden en buscar la manera de amonestar al parlamentario de Jaén al considerar que había presionado e intimidado al ministro.
Desde Unidos Podemos defienden a Cañamero. Según Alberto Garzón, coordinador de IU, el gesto del sindicalista agrario "en ningún caso" puede considerarse coacciones. A su juicio, fue una actuación para "alertar" sobre una "realidad muy contradictoria". "No veo sino una actitud normal dentro del Parlamento --ha señalado en los pasillos del Congreso--. No le daría importancia".
