BILBAO, 2 Sep. (EUROPA PRESS) -
La presidenta del PP vasco, Arantza Quiroga, ha acusado al lehendakari, Iñigo Urkullu, de relegar a los populares vascos en la organización de los actos por las víctimas del terrorismo mientras da protagonismo a quienes no solo no han condenado el terrorismo "sino que lo han promovido". Por ello, ha pedido a Urkullu que retome la Ponencia de Paz, cambie su nombre, e incluya la obligación de que sus participantes asuman que ETA "nunca debió existir".
En rueda de prensa en Bilbao, la dirigente popular ha denunciado que su formación recibió este pasado martes, por correo electrónico, "sin una llamada previa", la carta en que Urkullu se ha dirigido a los partidos políticos para informarles de la reunión que mantendrá con 128 alcaldes (de PNV, PSE y EH Bildu) para emplazarles a realizar actos en recuerdo de las víctimas de terrorismo y otras violencias de motivación política de sus respectivos municipios.
Según ha denunciado, en su misiva el lehendakari no plantea, en ningún momento, la posibilidad de que el PP pueda participar. Quiroga, quien cree que es "un error" mezclar todas las víctimas, interpreta que parece que se "quiere prescindir" del PP.
A su juicio, la forma en la que el lehendakari está organizando el acto del viernes demuestra "poco respeto" por su parte, no solo al PP, "que ha sufrido en primera persona" a ETA, sino a las víctimas.
Quiroga ha criticado que, sin embargo, los que sí van a poder decidir cómo se van a organizar los actos de homenaje sean alcaldes de partidos que no solo "no han condenado" el terrorismo "sino que lo han promovido".
Por ello, ha propuesto a Urkullu que retome la Ponencia de Paz parlamentaria y le cambie el nombre por el de Ponencia para la Convivencia y la Libertad, con cuatro premisas, entre ellas, la asunción de que ETA "nunca debió existir".
A su juicio, con el acto del viernes, el lehendakari parece querer "colocarse medallas y hacerse la foro". Tras indicar que espera que se ponga en contacto con los populares en las próximas horas, ha advertido a Urkullu de que "hay fotografías que pueden salir caras".
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