Capilla de Suárez en el Congreso
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Actualizado: lunes, 24 marzo 2014 11:53

MADRID, 24 Mar. (EUROPA PRESS) -


   El Rey don Juan Carlos ha mostrado su "gran pena" tras visitar la capilla ardiente del expresidente del Congreso Adolfo Suárez en el Congreso de los Diputados. El jefe del Estado ha permanecido una media hora junto a la Reina en la sede parlamentaria, a la que también se ha acercado la infanta Elena para trasmitir su pésame a la familia del expresidente.

   A su salida del Palacio de la Carrera de San Jerónimo y antes de montarse en su coche, visiblemente emocionado, el Rey sólo ha pronunciado tres palabras a petición de los informadores: "Una gran pena", ha dicho antes de montarse en su vehículo. En los asientos traseros se han sentado Doña Sofía y Doña Elena.

   El presidente del Congreso y el Senado, Jesús Posada y Pío García Escudero, así como el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y su esposa Elvira Rodríguez, han salido al patio del Congreso para despedir a los Reyes y a la infanta.

   El Rey ha impuesto este lunes a título póstumo al expresidente del Gobierno Adolfo Suárez el collar de la Real y Distinguida Orden de Carlos III, la primera y más alta condecoración civil que se otorga en España.

   En la capilla ardiente instalada en el Congreso, Don Juan Carlos se ha acercado al féretro para colocar el collar, tras lo cual ha rendido honores inclinando su cabeza ante el ataúd. Después se ha acercado a Adolfo Suárez Illana, hijo mayor del presidente fallecido, para hacerle entrega personalmente de la caja con las insignias de la condecoración y darle un abrazo.

   A continuación, Don Juan Carlos y Doña Sofía han procedido a saludar afectuosamente a los miembros de la familia del expresidente del Gobierno, en presencia de las más altas autoridades del Estado presentes en el Salón de Pasos Perdidos del Congreso.

 Los Príncipes de Asturias prevén visitar la capilla ardiente que acoge el féretro del expresidente Adolfo Suárez en torno a las 15.00 horas, ha informado el Palacio de la Zarzuela.

Por su parte, Don Felipe y Doña Letizia asisten este lunes en Bilbao al funeral por el alcalde de la ciudad Iñaki Azkuna. Por eso no acudieron esta mañana junto a los Reyes y la Infanta Elena al Congreso de los Diputados, donde está instalada la capilla ardiente.

Cuando regresen a Madrid, se desplazarán a la Cámara Baja para dar su último adiós a Suárez.

 Un crucifijo, la bandera de España y las coronas de flores de parte de los Reyes, los Príncipes y el matrimonio Rajoy presiden este lunes lunes la capilla ardiente instalada en el Congreso para despedir al primer presidente del Gobierno de la Transición, Adolfo Suárez González, fallecido este domingo.

   En el Salón de Pasos Perdidos del Palacio de la Carrera de San Jerónimo, el féretro permanece cubierto con la bandera de España y custodiado por un retén de honores de las Fuerzas Armadas.

   Detrás, un gran crucifijo y la Bandera de España. A un lado, las coronas de parte de los Reyes y de los Príncipes de Asturias. Al otro, la enviada por el presidente Mariano Rajoy y su esposa Elvira Fernández, y la del presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada.

   Después han ido han ido llegando al Congreso coronas de flores de distintas instituciones, incluyendo una del Real Madrid con claveles blancos.

   El Consejo de Ministros se ha reunido este lunes de manera extraordinaria en el Congreso de los Diputados para aprobar la concesión de este galardón a Suárez. A esa reunión, que se ha producido antes de la llegada del féretro con los restos mortales, han asistido todos los miembros del gabinete salvo José Manuel García Margallo (Exteriores) y Miguel Arias Cañete (Agricultura).

HISTORIA DEL COLLAR

   Establecida por el Rey Carlos III en 1771, es la primera y más alta condecoración civil que se otorga en España. Su grado más alto, el Collar, está reservado a los miembros de la Familia Real Española, los Jefes de Estado y de Gobierno y los ciudadanos que hayan tenido durante al menos tres años la Gran Cruz, el segundo grado de la condecoración.

   Se trata de la misma condecoración que se le impuso a título póstumo al primer presidente de la democracia que falleció, Leopoldo Calvo Sotelo, en 2008. También la recibieron el que fuera presidente de la República Francesa, Nicolas Sarkozy (2009); los Reyes Harald de Noruega, Abdalá de Jordania y Mohamed VI de Marruecos, el que fuera presidente portugués, Jorge Sampaio, y otros jefes de Estado, entre otros el propio Rey Juan Carlos desde 1962, cuando aún era Infante de España.

   Adolfo Suárez ya contaba con el Toisón de Oro, la máxima condecoración que otorga la Corona de España, concedida en 2007 y otorgada en vida al Duque un año después.

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