UPyD cree que el Gobierno se mete en la vida privada

Actualizado: jueves, 4 noviembre 2010 19:28

MADRID, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -

La portavoz de UPyD en el Congreso, Rosa Díez, ha señalado que la modificación prevista en el proyecto de Ley del Registro Civil sobre el orden de los apellidos de los hijos pone de manifiesto el empeño del Gobierno por regular "la vida privada" de los ciudadanos, lo que a su juicio resulta "irresponsable" cuando el país está sumido en una situación de crisis económica.

En declaraciones a Europa Press, Rosa Díez ha enmarcado esa reforma sobre los apellidos en una "pérdida de sentido de lo importante y urgente", además de considerarla un intento por desviar la atención de otro tipo de debates.

"Me asusta comprobar a qué dedica el Gobierno el tiempo libre mientras hay 1,3 millones de hogares en los que no trabaja nadie, 600.000 hogares en los que nadie cobra ningún subsidio y los datos del paro, el desarraigo, o la situación y educación de los jóvenes de entre 16 y 24 años que ni estudian ni trabajan", ha explicado.

CUANTO MÁS TIEMPO TIENEN, PEOR LO EMPLEAN

A su juicio, esta intención del Gobierno de aplicar el orden alfabético en los apellidos de los hijos si los padres no se ponen de acuerdo refleja una "pérdida de sentido crítico y de Estado". Para Rosa Díez, cuanto más tiempo tiene el Ejecutivo, "peor lo utiliza" al meterse en cualquier cosa que tenga que ver con la vida privada de los ciudadanos.

"No se preocupan de lo que se tienen que preocupar. Regulan los muñecos sexistas, donde se puede fumar, leer libros de cuentos. Van a regular toda nuestra vida privada pero de lo público no se ocupa nadie", ha argumentado Díez.

Finalmente, ha apuntado que el Gobierno está "todo el tiempo con argucias" para no debatir en el Congreso lo que tiene que debatir y sí para dar instrucciones a la ciudadanía sobre su vida privada. "Esto es el colmo además con el veto al debate sobre la congelación con las pensiones", ha concluido.

En 1999 se emprendió una primera modificación del Registro Civil en la que se determinó que el orden de los apellidos de los hijos podría establecerse en función de la decisión de los padres, acabando con la obligación de que en primer lugar figure el paterno. En esta nueva reforma se plantea que si hay divergencias entre los progenitores, el encargado del Registro Civil debe ser el que especifique dicho orden en función del alfabeto.

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